El XIV Festival Alhaurín en Corto, que organiza la Asociación Arrabal-AID en colaboración con la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, celebra el próximo viernes 23 de septiembre la fase final del certamen con un total de ocho obras a concurso que se proyectarán en el centro penitenciario de Málaga ante un centenar de internos.
Posteriormente, según han avanzado desde la organización, habrá un encuentro con cineastas y creadores parar tratar aspectos de su interés sobre el sector audiovisual, recuperando así el formato presencial tras dos años de paréntesis a causa de la pandemia.
Los ocho trabajos audiovisuales clasificados para la final entre el casi medio centenar de obras recibidas representan a los distintos géneros cinematográficos cumpliendo así una máxima del festival, que busca acercar los nuevos formatos audiovisuales a la población reclusa que cuentan con menos oportunidades de disfrutar de propuestas culturales diferentes.
Los cortos finalistas son: ‘Las Cenizas’ de Sami Ramos, que cuenta en clave de comedia cómo Félix es obligado por su madre a enterrar las cenizas de su padre no muerto; ‘Mi Estrella’, donde Sergio Barba presenta una historia de suspense rodada entre Alfarnate y Torre del Mar en la que Alfonso lucha por liberarse de sus ataduras tras despertarse amordazado; ‘Los Vientos de Mayo’ de Daniel Clavero, que nos adentra en el cine social a través de Lola, quien se gana la vida como limpiadora y sufre la precariedad hasta que un golpe inesperado cambia su vida para siempre; y ‘7 dosis de dopamina’ de Virginia Rodríguez, una comedia romántica que nos plantea si existe realmente el amor a primera vista o todo se debe a una cuestión científica.
El plantel de obras finalistas lo completan ‘Nada de Otro Mundo’ del experimentado director de fotografía Jhon Márquez, que propone una búsqueda de nuestro propio origen entre el miedo y el caos; el reportaje ‘Boquerones A Motor’ de Javier España, que nos adentra en la realidad de deporte adaptado para personas con diversidad funcional; la combinación de comedia y ciencia ficción que Pedro J. Poveda propone en ‘Alcanzar el Vórtice’, donde un extraño ser aterriza por accidente en la Tierra; y ‘La Muñeca de Kafka’, un corto de animación que mezcla hechos reales, ficción, fantasía y mito en un conmovedor relato sobre la pérdida dirigido por Bruno Simões.
Alhaurín en Corto, que se celebra coincidiendo con los actos conmemorativos de las Fiestas de La Merced, patrona de Instituciones Penitenciarias, cuenta con la particularidad que son los propios internos del centro penitenciario de Málaga quienes deciden la obra merecedora de la estatuilla con forma de cámara que representa al festival y ellos mismos confeccionan en los talleres de la cárcel, así como el premio de 200 euros para próximos proyectos que otorga la Asociación Arrabal-AID.
La presente edición incluye el eslogan «uniendo realidades», con el que se busca reforzar el papel que juega la cultura en general y el cine en particular en la vida de las personas privadas de libertad, «una especie de paréntesis en su cotidianidad, que les transporta a otras realidades, mueve emociones y sentimientos y contribuye a desarrollar su imaginación y creatividad», según ha valorado Juan de Lucas, integrante del equipo de Comunicación de Arrabal-AID.
Tras dos ediciones donde la pandemia determinó el formato de la final siendo necesario recurrir al circuito interno de televisión para proyectar los cortometrajes y las presentaciones de los equipos, la edición de 2022 vuelve a ser presencial, permitiendo a hombres y mujeres privadas de libertad intercambiar opiniones sobre los aspectos relacionados con la cultura y el cine que más le interesen.