Ahora que buena parte de nuestra vida está en Internet, es importante trasladar y aplicar medidas de seguridad allí, igual que lo hacemos en nuestras actividades offline. Sin embargo, parece ser que no todo el mundo toma las precauciones que serían necesarias y aconsejables.
En esta línea, un estudio de Avast dice que 7 de cada 10 españoles conocen, al menos una contraseña de Internet (de cualquier tipo) de su pareja. La cifra también es notablemente alta en el caso de familiares, amigos o de alguna otra persona, cosa que ha admitido el 56% de los encuestados. Por último, la empresa apunta que el 13% de las personas consultadas han admitido conocer alguna contraseña de exparejas, tiempo después de haber terminado la relación.
Otros datos que arroja la consulta de Avast son que una vez finalizada una relación amorosa, un 50% de los encuestados reconoció haber cambiado alguna de sus contraseñas, que uno de cada cinco españoles (21%) ha sido víctima de que alguien accediese a su cuenta y cambiase su(s) contraseña(s) sin su conocimiento o consentimiento (de estos, el 37% atribuyó un uso indebido de su contraseña a su expareja) y que al 24% de los encuestados se le ha rastreado su ubicación sin su consentimiento por conocer su contraseña, entre otros.
Jaya Baloo, directora de seguridad de la información de Avast, considera que «estas estadísticas son realmente preocupantes» y dice que «aunque sabemos que la gente comparte contraseñas y dispositivos con su pareja, este comportamiento puede tener un lado muy oscuro, especialmente cuando las mujeres son obligadas a compartir sus contraseñas».
MÁS PRECAUCIÓN PARA PREVENIR EL ACOSO
El abuso tecnológico es un problema cada vez mayor, y supone mucho más que compartir contraseñas. Puede ser cualquier cosa, desde mensajes no deseados, programas espía (stalkwerware) que se instalan en los dispositivos, hasta controlar o acosar a alguien a través de la tecnología doméstica.
De hecho, se estima que el 42,6% de las preadolescentes y adolescentes perciben un nivel «alto o muy alto» de violencia de género en la red, según el informe Girls are equal on Internet, publicado por la Universidad Complutense de Madrid.
Y es que la tecnología está cada vez más integrada en nuestras vidas y los agresores están encontrando nuevas formas de controlar y abusar de las mujeres. Por ello, es importante concienciar sobre el abuso tecnológico y animar a las mujeres a que sean capaces de establecer límites claros para su seguridad tecnológica con sus exparejas. La solución no debe ser forzar a las mujeres a desconectarse, sino empoderarlas para que usen la tecnología con seguridad y confianza.