España ha sido uno de los seis países europeos seleccionados por el consorcio de supercomputación de la Unión Europea, la European High Performance Computing Joint Undertaking (EuroHPC JU), para albergar y operar los primeros ordenadores cuánticos EuroHPC.
Según informa el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, la nueva infraestructura se instalará en el Barcelona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS) y se integrará en el superordenador MareNostrum 5, el más potente de nuestro país y entre los más avanzados de Europa, en colaboración con el Instituto de Física de Altas Energías (IFAE), y el International Iberian Nanotechnology Laboratory (INL), en Portugal.
Este “hito”, afirma en una nota, es uno de los primeros resultados del programa QuantumSpain, iniciado en 2021 por el Gobierno a través del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital y coordinado por la Red Española de Supercomputación (RES). El programa impulsa y refuerza el ecosistema nacional de Computación Cuántica, y tiene como objetivos reforzar su papel en Europa y atraer inversión a nuestro país, con iniciativas como la que ahora se anuncia.
El nuevo ordenador cuántico que se instalará en el BSC-CNS tendrá el potencial de aumentar de manera notable el impacto de la investigación y la innovación al permitir soluciones que superan las capacidades de los supercomputadores actuales.
La inversión en España ascenderá a 12,5 millones de euros, cofinanciada al 50% por la UE y la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
La nueva red europea de computación cuántica estará disponible el segundo semestre de 2023, principalmente con fines de I+D, para una amplia gama de usuarios, como las comunidades científicas, la industria y el sector público, sin importar en qué parte de la UE se encuentren.
Además de España, los otros cinco países seleccionados por la EuroHPC JU han sido Alemania, Chequia, Francia, Italia y Polonia.
Los nuevos ordenadores cuánticos atenderán la creciente demanda de recursos de computación cuántica y nuevos servicios potenciales por parte de la industria y la investigación europeas, añadiendo nuevas capacidades a la red europea de supercomputación. Se espera que sean capaces de resolver más rápidamente problemas complejos en ámbitos como la salud, el cambio climático, la logística o el uso de la energía.
Entre las aplicaciones potenciales de la computación cuántica, destaca la optimización de flujos de tráfico y problemas numéricos fundamentales en química y física para el desarrollo de nuevos fármacos y materiales.