El Gobierno ha enviado a la Comisión Europea el Plan Presupuestario de 2023 que, por primera vez, contempla dos posibles escenarios de ingresos y gastos debido al “contexto de elevada incertidumbre” como consecuencia de la invasión de Ucrania por parte de Rusia que tiene “un significativo impacto económico mediante una elevada inflación”.
El segundo escenario contempla una recaudación mayor en unos 10.500 millones de la inicialmente estimada que “dará margen para prorrogar y adoptar aquellas medidas que se estime conveniente, con el fin de proteger a los colectivos vulnerables, a la clase media y trabajadora, a los autónomos y a los sectores productivos más afectadas por la crisis energética”.
Así, en concreto, el Plan Presupuestario de 2023 recoge en el escenario 1, el más conservador, que los ingresos totales del conjunto de las Administraciones Públicas supondrán un 42,3% del PIB, ascendiendo a 587.609 millones de euros en términos de contabilidad nacional. Los impuestos alcanzarán los 344.627 millones, lo que supone un 7,6% más respecto a 2022.
Esta mayor recaudación se debe al impacto de las nuevas medidas fiscales como la aplicación del tipo mínimo en el Impuesto sobre Sociedades, la entrada en vigor del Impuesto especial sobre los envases de plástico no reutilizables, y la introducción de medidas no tributarias como el nuevo gravamen temporal en los sectores energético y financiero, recoge Europa Press.
Por su parte en el segundo escenario para 2023 se prevé que los ingresos totales del conjunto de las Administraciones Públicas supongan un 43% del PIB, ascendiendo a 597.265 millones de euros en términos de contabilidad nacional. En este segundo escenario, los impuestos alcanzarán los 354.283 millones de euros, lo que supone un 7% más respecto a 2022, pero implicaría una ralentización de 5 puntos respecto a la estimación de crecimiento para el presente ejercicio.
Ese menor crecimiento de los ingresos tributarios se explicaría por la potencial prórroga para 2023 de las medidas de rebajas fiscales en materia energética que se contemplan en este escenario.
Hacienda indica que el documento deja claro a las autoridades europeas que la prioridad de los Presupuestos de 2023 son la justicia social, mediante el fortalecimiento del Estado del Bienestar, y la eficiencia económica a través del crecimiento y la creación de empleo de calidad impulsada por la transformación del modelo productivo.
“Todo ello sin olvidar el compromiso del Gobierno con la estabilidad presupuestaria como demuestra la reducción de déficit público y de deuda pública previstas para el próximo año y que continúan una senda descendente iniciada en 2021”, resalta.
El Plan Presupuestario se basa en un cuadro macroeconómico “prudente” contemplado en las cuentas públicas de 2023, que prevé un crecimiento de la economía española del 4,4% en 2022 y del 2,1% en 2023, en ambos casos un crecimiento por encima de la media de la zona euro y de las grandes economías comunitarias.
El documento remitido a Bruselas contempla que el déficit público se situará en el 3,9% en 2023, lo que supone una reducción del 60% respecto al alcanzado en 2020 con el estallido de la pandemia. También recoge una reducción de la deuda pública del 115,2% en 2022 al 112,4% en 2023.
El informe incluye el impacto positivo que el Plan de Recuperación tendrá en el crecimiento económico, que permitirá durante el periodo 2021-2031, un aumento medio en el nivel de PIB de unos 2,6 puntos. Por último, el documento refleja el compromiso del Gobierno con las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos, cuya financiación alcanzará los niveles más altos registrados.