Un total de 1.673 personas han participado en las acciones formativas para mejorar la competitividad empresarial y la empleabilidad organizadas por la Diputación de Málaga, a través de la delegación de Empleo y Formación, durante el mes de noviembre.
En estos cursos, dirigidos a empresas, personas trabajadoras y personas desempleadas, se han ofertado 15 programas formativos relacionados con sectores como hostelería y restauración, agroalimentario, gestión medioambiental, comercio y marketing digital y dinamización comunitaria, así como sobre habilidades profesionales de carácter transversal.
La diputada de Empleo y Formación, Esperanza González, ha destacado a través de un comunicado la «gran participación que ha habido y la contribución de esta actividad para la adquisición de nuevos conocimientos, capacidades y habilidades necesarias que mejoren la activación del tejido empresarial, su crecimiento y especialización en nuestra provincia, así como la capacitación de personas en paro y trabajadores».
También ha explicado que el plan ha respondido a las «demandas formativas» del ámbito empresarial y de los agentes sociales y económicos de la provincia, añadiendo que se ha compuesto de un total de 63 pequeñas píldoras formativas de ocho horas de duración siguiendo un formato online que ha incluido material estático y un seminario web en directo, impartido por personas expertas en los distintos ámbitos, suponiendo una oportunidad de formación y reciclaje para empresas y personas trabajadoras y desempleadas.
El contenido de los cursos ha abarcado diversas temáticas punteras como sistemas de información geográfica aplicados a la gestión ambiental, técnicas de comercio electrónico, estrategias de imagen de marca, métodos de marketing digital, el uso de herramientas como LinkedIn en el ámbito del emprendimiento, finanzas aplicadas al ámbito de la restauración, planificación de eventos y protocolos en hostelería e ingeniería de menú.
También se han abordado otros aspectos, como el uso eficiente de agua en zonas verdes, la adaptación al cambio climático en las ciudades, los nuevos retos en la gestión de plagas o la participación ciudadana como mecanismo de transformación social y urbana. Paralelamente, ha habido programas formativos con contenidos en habilidades profesionales transversales, como oratoria y presentaciones en el ámbito laboral, las claves para gestionar la red de contactos profesional o el manejo de emociones en el emprendimiento.
González ha asegurado que el desarrollo de este plan de formación «ha permitido el acceso a contenidos innovadores relacionados con varios de los sectores emergentes».
