La empresa municipal de limpieza Lipasam va a instalar en los ecopuntos existentes en los distritos hasta 20 contenedores nuevos para aceite vegetal usado para «trasladar la recogida de este residuo, que se realiza actualmente en los propios ecopuntos, a un contenedor de características antivandálicas superior al ecopunto». En la actualidad, «se produce un importante vandalismo para robar el residuo».
Así se recoge en el pliego de condiciones del contrato para el suministro de estos contenedores consultado por Europa Press que busca, por un lado, «minimizar el vandalismo que se ejerce sobre los ecopuntos para la sustracción de este residuos, optando por un contenedor específico antivandálico construido con este objetivo». En segundo término, se persigue «eliminar los derrames de aceite que se producen en los ecopuntos, tanto en el exterior como en el interior, al producirse la sustracción de este residuo».
Los nuevos contenedores tendrá que tener una boca de depósito del residuo antiintrusismo y antivandalismo para envases de cinco litros, dimensiones «suficientes» para el depósito de un recipiente de 40 por 20 centímetros. Deberán contar, igualmente, con un depósito interior estanco de material plástico o metálico con capacidad para entre 200 y 400 litros.
La empresa que se haga con el contrato «suministrará diez unidades adicionales de este depósito interior para facilitar las operaciones de recogida del residuo mediante el intercambio». La fabricación y entrega definitiva de las unidades se realizará en el plazo «máximo» de seis meses. El valor estimado del contrato es de 30.000 euros (sin IVA incluido).
Además de esta iniciativa, el Ayuntamiento de Sevilla, a través de la empresa municipal de limpieza Lipasam, ha invertido más de 129.000 euros en la instalación y mantenimiento del software de gestión de 500 sensores volumétricos en contenedores para optimizar el servicio de recogida. Con esta iniciativa, Lipasam continúa su proceso de transformación y digitalización para mejorar la operatividad de todo el servicio de limpieza pública.
El objetivo de esta actuación es configurar e instalar sensores volumétricos para el control de llenado en 500 contenedores de residuos municipales. La actuación se llevará a cabo, principalmente, en contenedores de recogida selectiva de vidrio, aunque también se realizará en otro tipo de fracciones como envases ligeros, biorresiduos, papel y cartón y restos.
La finalidad de la sensorización es la de «conocer y controlar» el llenado de los diferentes contenedores para poder «optimizar el sistema de recogida». Cada contenedor dispondrá de un dispositivo con identificación «única y exclusiva» que aportará los datos necesarios para priorizar la recogida de aquellos contenedores que estén llenos o próximos a concluir su capacidad.
El sistema que controla estos sensores proporciona la posibilidad de realizar en tiempo real tanto consultas puntuales, como programadas, de la situación y estado, y permitirá establecer parámetros para las alertas de llenado y vaciado del contenedor, de movimiento y zarandeo, por desubicación y por fallos de comunicación, entre otros.
Esta iniciativa es una de las líneas estratégicas de digitalización que está llevando a cabo Lipasam y que se complementa con la ampliación electrónica embarcada en los diferentes vehículos de recogida. El proyecto está dentro del marco de actuación de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (DUSI) del Norte de Sevilla, que se realizará en los barrios de la zona de los distritos Norte y Macarena.