El jardinero que encontró los restos óseos de una persona el pasado lunes en una urbanización del municipio malagueño de Benahavís –que están siendo analizados en Instituto de Medicina Legal– los confundió con un juguete de piscina para niños en una primera impresión, aunque luego vio que se trataba de huesos, incluido un cráneo.
Así lo ha asegurado a Europa Press, a la vez que ha detallado que al percatarse de que podrían tratarse de restos humanos avisó –entre las 12.30 y las 12.45 horas– a las autoridades para que se hicieran cargo de los mismos.
Ha detallado que encontró los restos en la parte alta de un jardín de una urbanización, junto a una zona de bosque, y que los confundió con juguetes, en una primera impresión, porque se encontraba a unos cinco o seis metros de los mismos.
«Pero conforme me fui acercando, y ya lo vi, de momento mi dio un ‘yuyu’ y se me pusieron los vellos de punta», señala este trabajador, que posteriormente pudo contemplar cómo los investigadores que acudieron al lugar tras la llamada de aviso retiraron de allí tanto varios huesos –incluido un cráneo–, como una bolsa con ropa y una maleta «que estaba abierta, llena de hojas, de forraje».
La Guardia Civil está investigando el hallazgo, tras el cual personal especializado en la búsqueda de cadáveres y perros se han unido desde este jueves a un operativo para localizar, si los hubiere, más restos.
Así, se está investigando la identidad del cuerpo, que estaría momificado; así como la relación entre estos restos óseos, la maleta y la ropa, o incluso si animales salvajes del entorno hubieran podido esparcir los restos óseos humanos desde su ubicación original.