Los de Ibon Navarro mostraron su mejor versión, la de la Copa, para secar a los blaugranas. La intensidad defensiva de los malagueños sorprendió a los de Jasickevicius que hicieron lo más difícil. Aunque se les fue la fuerza en la remontada. Carter, Perry, pero sobre todo Ejim, fueron los más destacados dentro de una grandísima actuación coral. El Carpena puede dictar sentencia
El Unicaja Baloncesto toma las semifinales por los cuernos después de asaltar el Palau con una lección de baloncesto defensivo y efectivo (79-88). Los de Ibon Navarro demostraron desde el inicio ser superiores a un Barça al que le pudo la presión y que además se vio sometido por la defensa malagueña. El inicio fue demoledor. Pero es que el final fue de categoría.
El Unicaja salió con todo al Palau. Los de Ibon Navarro arrancaron la contienda con un parcial de 1-12 en el que todos los del quinteto inicial cumplieron su rol a la perfección. Aunque el Barça comenzaría una remontada que se convertiría en realidad en el tercer cuarto. Se mantuvieron a una distancia de 8-10 puntos durante todo el periodo, para irse al descanso a tiro de piedra (37-40, min 20).
Los malagueños se mantuvieron firmes en su afán por mantener la renta con Carter al aparato (38-45, min 32). Una distancia que se evaporaría en un abrir y cerrar de ojos. Porque el conjunto blaugrana incrementó la intensidad defensiva para devolver el golpe con un 12-3 (50-47, min 35).
En ese momento emergió la figura de Ejim que junto con Perry sembraron el pánico en el Palau mandando la segunda batalla al último cuarto con una renta de +6 (57-63, min 30). El Unicaja siguió creyendo en base a una excelsa defensa que propulsó a los malagueños. Que además se mostraban impecables en ataque con el tino de Kalinoski (64-76, min 36).
La antideportiva de Vesely sobre Kravish cerró el encuentro, porque el Unicaja se fue hasta el +18 (64-82, min 36). El Barça intentó maquillar el esperpento para dejarlo por debajo de los dos dígitos con el 79-88 final.
El Carpena tiene en su mano una nueva final. Porque la eliminatoria viaja a Málaga donde dos triunfos cajistas pueden meter a los malagueños en la lucha definitiva por la Liga Endesa. Los 19 puntos de Carter, los 13+8 rebotes de Kravish o los 7 puntos y 9 rebotes de Ejim escenifican lo repartido que están los roles en un equipo que quiere demostrar su capacidad para levantar la liga.
