La Policía Científica ha comunicado ya al Juzgado de Instrucción número 3 de Torremolinos (Málaga) que los restos humanos hallados escondidos detrás de una pared en una vivienda de dicha localidad corresponden a Sibora G., la mujer desaparecida hace nueve años y cuya muerte se atribuye presuntamente a su entonces pareja, Marcos R.
Así lo han informado desde el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), apuntando que el resultado de los análisis de los restos ha sido adelantado este jueves a dicho juzgado, que es el competente en materia de violencia sobre la mujer y el encargado de la investigación de este caso.
El perfil genético realizado con las pruebas de ADN extraídas a la familia de Sibora, que reside en Italia, ha sido remitido a la Comisaría General de Policía Científica y, tras cotejarlo con los resultados obtenidos del cadáver hallado en Torremolinos, se ha corroborado que se trata de la joven, de 22 años cuando desapareció, han confirmado a Europa Press fuentes cercanas a la investigación.
Por otro lado, el investigado compareció en sede judicial el pasado martes con el fin de tomarle declaración por tercera vez en relación con este caso, han señalado desde el TSJA, apuntando que en esta ocasión se acogió a su derecho a no prestar declaración, mientras que en la comparecencia anterior sí respondió a las preguntas que se le plantearon.
Tras esta última comparecencia, la jueza del caso acordó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza a petición del ministerio fiscal; aunque Marco ya encontraba en la cárcel desde el pasado 20 de mayo por orden de este mismo juzgado por el presunto asesinato de su última pareja, Paula M.C.
En esa comparecencia fue interrogado por la desaparición de Sibora, pero rehusó contestar a las preguntas de la jueza y del fiscal, han indicado desde el alto Tribunal andaluz. Se le preguntó después de que al ser detenido dijera a los investigadores de forma no oficial que habría acabado con la vida de Sibora y después habría ocultado el cadáver en las paredes del piso que compartían ambos.
Tras esta manifestación, el juzgado abrió unas diligencias para investigar a Marco en relación con la desaparición de la joven y se realizaron cuatro registros en la última vivienda que ambos compartieron, siendo en el último en el que se encontró el cuerpo, que estaba en un cajón, repleto de cal y oculto entre dos paredes de la casa.
De las primeras observaciones del cuerpo hallado, pudieron distinguir la existencia de una bolsa de plástico sobre el montón de cal, la cual contenía un cuchillo con restos de sangre seca. Por ello, las pesquisas apuntan a que Sibora también fue acuchillada como Paula.