El Ministerio de la Presidencia, a través de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, ha comenzado el proceso para declarar lugar de memoria el monumento a Torrijos y también la cruz, ubicados ambos en Málaga capital, mediante la incoación de sendos procedimientos.
Así, el Gobierno ha iniciado los expedientes en ambos casos tras los informes realizados sobre estos elementos patrimoniales vinculados a la elaboración y proclamación de la Constitución española de 1812 y que se construyeron con el objetivo de «rendir homenaje y mantener vivos» los principios que rigieron.
En el caso del monumento a Torrijos, ubicado en la plaza de la Merced de la capital, la resolución publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), y consultada por Europa Press, señala que esta construcción «recuerda a quienes fueron fusilados en 1831 junto al general José María de Torrijos y Uriarte, ministro de la Guerra durante el Trienio Liberal (1820-1823)».
El conocido como pronunciamiento de Torrijos fue encabezado por este y tuvo lugar en 1831 al final del reinado de Fernando VII. Su objetivo era poner fin al absolutismo y restaurar la Constitución de 1812. Torrijos desembarcó en la costa de Málaga procedente de Gibraltar el 2 de diciembre de 1831 junto a 60 hombres que lo acompañaban.
Pero cayeron en la trampa que les habían tendido las autoridades absolutistas y fueron detenidos. Nueve días después, el 11 de diciembre, Torrijos y 48 de sus compañeros supervivientes fueron fusilados sin juicio previo en la playa de San Andrés de Málaga.
Este hecho, dice la resolución, «quedó inmortalizado en la tradición progresista y democrática de nuestro país, cuyos exponentes significativos son en el mundo del arte y la literatura el soneto de José de Espronceda titulado ‘A la muerte de Torrijos y sus compañeros’ y el famoso cuadro pintado por Antonio Gisbert en 1888».
Por ello, se estima que «es deber inexcusable reconocer la singular relevancia en la historia democrática de España del monumento a Torrijos en Málaga y por tanto queda justificada plenamente la declaración como lugar de memoria de este inmueble vinculado a su recuerdo».
Asimismo, se proponen medidas concretas de protección, conservación y señalización que requerirán el previo acuerdo del Ministerio de la Presidencia y en este caso el Ayuntamiento de Málaga, como titular del bien.
No se proponen medidas de protección específicas diferentes de las generales de garantía de perdurabilidad, pero sí señala sobre medidas de difusión e interpretación de lo acaecido en el lugar que el Estado «podrá promover la instalación de placas, paneles o distintivo memorial interpretativo, así como su geolocalización con fotografías y audiovisuales, sin perjuicio de los ya existentes».
Además, añade que la Administración General del Estado «impulsará la realización de recursos audiovisuales y digitales explicativos de este lugar, que estará disponible en la web del Ministerio de la Presidencia».
La resolución apunta que la declaración como lugar de memoria «no altera el uso actual» y que «cualquier uso que se dé por su titular al bien habrá de ser compatible con las medidas propuestas».
En cuanto a la cruz de Torrijos, ubicada igualmente en la capital, en concreto en la rotonda de intersección entre el paseo marítimo Antonio Machado y la avenida José María Garnica, también se estima que es «deber inexcusable» reconocer la singular relevancia en la historia democrática de la misma y que está justificada la declaración como lugar de memoria.
Esta cruz, señala la resolución consultada por Europa Press, recuerda a quienes fueron fusilados en 1831 junto a Torrijos, apuntando que fue erigida en 1869 en los inicios del Sexenio Democrático y se ubicó originariamente en el barrio del Bulto, en el lugar donde se creía fueron ejecutados el general y sus 48 compañeros.
Posteriormente fue trasladada a su emplazamiento actual en el paseo marítimo. En 2014, tras los estudios realizados por la Asociación Histórico Cultural Torrijos 1831, el Ayuntamiento colocó una placa de bronce que recuerda el lugar exacto en el que fueron fusilados: lo que es hoy la esquina entre las calles Ingeniero José María Garnica y Canales.
Tras años de abandono, la cruz fue restaurada en 2018 a petición de dicha asociación, que cada 11 de diciembre deposita una corona en el monumento. En este caso tampoco se proponen medidas de protección concretas más que las generales.
En ambos expedientes, se da trámite al Ayuntamiento de Málaga para que realice las alegaciones oportunas y se le solicitará que se pronuncie sobre el régimen de protección del bien conforme a la normativa urbanística; además de que se recabarán informes a varias instituciones como el Ministerio de Cultura, la consejería del ramo y la Universidad de Málaga.