Siete obras escultóricas de gran formato del artista gallego Manolo Paz, tres de ellas producidas expresamente para Málaga, pueden verse desde este jueves en distintos enclaves de la ciudad.
La exposición de esculturas al aire libre titulada ‘La distancia que une’ ha sido presentada por la concejala delegada de Cultura, Mariana Pineda, junto al propio escultor Manolo Paz y el comisario de la muestra, Alberto de Juan de la Galería Max Estrella. Las obras pueden visitarse hasta el 20 de noviembre.
Esta exposición de arte en la calle está organizada por el Área de Cultura del Ayuntamiento. Es la tercera parada de lo que el artista ha concebido como una muestra itinerante, aunque con variantes en número y tipo de obras.
Así, se expuso durante 2022 en Santiago de Compostela, coincidiendo con la celebración del año Xacobeo, con cinco esculturas. En el otoño del mismo año se trasladó a Madrid en el eje formado por el Paseo del Prado y el Paseo de Recoletos, ocupando espacios como la plaza de Cibeles o los jardines del Museo Thyssen-Bornemisza.
En este año 2023, el artista da continuidad a esta exposición en la ciudad de Málaga con tres obras producidas por el artista exprofeso para la ciudad, tituladas Menhir, Menhir abierto y Transparencias.
Las siete esculturas, que se pueden ver en otros tantos enclaves, se unen en un eje longitudinal desde la Alameda Principal hasta el Centre Pompidou Málaga. Son piezas integradas en el paisaje urbano de la ciudad que ocupan espacios como el vestíbulo del Archivo Municipal; la Alameda Principal, que acoge un conjunto de tres esculturas; Molina Lario; el Parque de Málaga y la explanada del Pompidou en Muelle Uno.
Las obras quedan conectadas por este eje de la cultura, arte y entorno urbano, convirtiéndose así en escenario para un diálogo con el arte contemporáneo. Todo ello de la mano del escultor gallego para quien la naturaleza es piedra angular de su práctica artística.
Manolo Paz es uno de los escultores más prominentes del panorama artístico. Su trabajo, al margen de modas, tiene el objetivo de convertir la materia inerte en obra de arte. Desde sus comienzos trabaja con materiales industriales como el hormigón o el metal, alternando protagonismo en su producción con elementos naturales como el granito o la madera.
Sus obras transforman paisajes desde su Galicia natal hasta Japón y forman parte del paisaje urbano de ciudades como Bruselas, Stuttgart o Chicago. Además, está en museos y colecciones privadas e institucionales como la Fundación ICO, el Museo de Duisburg de Alemania, la Fundación Oriente de Lisboa, el Museo Unión Fenosa de A Coruña o el Parque escultórico Namakunay de Japón.