El varón acusado de matar a una mujer a la que había contratado para servicios de prostitución en Málaga ha negado los hechos. «Llevo dos años en prisión siendo inocente», ha asegurado en varias ocasiones ante el jurado popular que lo juzga desde este lunes 24 de marzo.
Supuestamente, el hombre le clavó un cuchillo y luego la lanzó al vacío por la ventana de la casa en la que vivía en Málaga. Los hechos sucedieron en abril de 2023. La Fiscalía solicita en su escrito provisional de calificación una pena de 14 años de prisión por un delito de homicidio.
La defensa, por su parte, sostiene que no hay delito, ya que nunca agredió a la mujer y la caída al vacío de esta, de nacionalidad colombiana, fue «un accidente». El procesado, de nacionalidad serbia, ha declarado -con ayuda de una traductora- que concertó esa noche los servicios sexuales de varias mujeres, entre ellas la víctima. Además, había consumido alcohol y cocaína.
También ha señalado que cuando contrató a la mujer le pidió que trajera bebida, tabaco y droga. Esto último se le olvidó en el coche de la persona que la había llevado, que subió hasta la puerta.
Según la Fiscalía, el acusado, al creer que se había puesto de acuerdo con otras personas que -supuestamente- esperaban fuera para atacarle y robarle cuando ella les abriera la puerta, empezó a comportarse de manera «violenta y agresiva» con ella. La pinchó con un cuchillo debajo de la mandíbula y «consiguió alzarla y lanzarla al vacío».
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«Una persona enferma»
Sin embargo, para el hombre, «una cosa así solo la puede hacer una persona enferma». Sí ha aseverado que estaba convencido de que había alguien al otro lado de la puerta. Ha relatado que la mujer empezó a abrirla «sin motivo» y cree que comenzó a hablar con alguien que estaba fuera.
Entonces, dice que revivió el trauma de un suceso que tuvo lugar años antes en Alemania. Asegura que se quedó en la puerta todo el rato, cogió un cuchillo y la aporreó con él y gritó desde dentro para pedir ayuda a los vecinos.
El acusado ha dicho no saber por qué en la herida de la mujer en el cuello había restos biológicos de él y en el cuchillo, de ella. Pero ha reiterado que no ha hecho «absolutamente nada» y ha explicado que desde la puerta no podía ver a la mujer, y que no supo que ella había fallecido en el acto hasta días después.
«Nunca le hubiera hecho daño a la mujer», ha insistido el hombre, que ha hecho hincapié en que no supo por qué lo detenían hasta que no tuvo la asistencia de una persona que le tradujera lo que había sucedido.
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