La muerte del productor musical Quincy Jones a los 91 años es otra muesca más en el cierre del siglo XX. El mítico arquitecto sonoro nacido en Chicago en 1933 ha fallecido este lunes en su domicilio de Bel Air (Los Ángeles) rodeado de los suyos, según ha informado su representante Arnold Robinson a la cadena norteamericana CNN. Deja tras de sí una de las carreras más exitosas que se conocen en la historia de la industria de la música con su colaboración en el Thriller de Michael Jackson como máximo exponente
En el legado del polifacético creador ( en su currículum aparecen las labores de trompetista, compositor, arreglista, director de orquesta y cabeza pensante en los estudios) queda una extensa discografía y colaboraciones con artistas seminales de Estados Unidos. Además de la ya mencionada contribución a la meteórica carrera de Michael Jackson destaca su sociedad con Frank Sinatra: con la voz realizó las bandas sonoras de exitosas películas como A sangre fría y Color púrpura para forjar una amistad que le llevó a producir varios de sus discos, entre los que destaca Sinatra at the Sands, grabado en el Copa Room de Las Vegas en 1966.
Un nombre crucial en su vida fue el de Ray Charles, amigo desde la juventud con el que empezó a curtirse en la música en clubes nocturnos de jazz. Luego colaboró con él en varias ocasiones a lo largo de su carrera tras mudarse desde ‘la ciudad del viento’ a Nueva York, una ciudad en la que se convertiría en una de las figuras clave. Todo para un muchacho hijo de esclavos afroamericanos.
Forjador de carreras, Jones también aupó trabajos de grandes nombres como Pegy Lee, Sammy Davis Jr, Aretha Franklin, Marvin Gaye, Stevie Wonder o Dona Summer. Una de sus grandezas fue la capacidad de adaptarse a los sonidos de las diferentes décadas tras su inicios en los 50 e, incluso, en los años noventa tuvo un renacer de la mano del rapero Tupac Shakur, Celine Dion o U2.
Un polemista clave en la carrera de Michael Jackson
Pero sin duda, el baile de los zombis de Thriller es un antes y un después en la carrera de Jones. Su maestría como arreglista y como fino estilista en la mesa de sonido fue un plus para los éxitos del gran talento de los Jackson Five. También fue decisivo en la creación de canciones muy sonadas como Off the wall o Bad, y produjo la mítica canción solidaria We are the world con voces legendarias de la música de todo el mundo.
Para cualquier melómano el dúo Jones-Jackson responde al sonido de los ochenta. En documentales y trabajos biográficos hablan de un producto muy metódico y que supo realzar la profesión de aquellos que se esconden tras los botones para elevar las canciones en el estudio de grabación.
«Esta noche, con el corazón pleno pero noto, debemos compartir la noticia del fallecimiento de nuestro padre y hermano Quincy Jones. Y aunque esta sea una pérdida increíble para nuestra familia, celebramos la vida que ha vivido y sabremos que nunca habrá nadie como él. Su corazón latirá por la eternidad», reza el comunicado tras su muerte este lunes 4 de noviembre en California.
En los últimos años, su nombre estaba ligado al de varias polémicas por sus críticas a famosos de la industria de la música y el cine. La más llamativa, quizás, es su declaración de que Los Beatles eran los peores músicos del mundo. Unas palabras por las que tuvo que pedir perdón.