Se disparan las consultas de urgencias por bronquiolitis. La Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP) ha mostrado su “preocupación e incertidumbre por el incremento inesperado del volumen asistencial” que se está produciendo en las urgencias pediátricas en toda España en los últimos meses ante el aumento de casos de bronquiolitis asociadas al Virus Respiratorio Sincitial (VRS).
La situación es tal, detalla en una nota, que en algunas urgencias se está atendiendo hasta un 40% más de casos que en la época previa a la pandemia del Covid-19. Según apunta, este año, los primeros casos de VRS se empezaron a atender en el mes de julio “cuando en la época anterior a la Covid la epidemia de bronquiolitis se iniciaba a finales de octubre”.
“Nuestra principal inquietud es que, actualmente, no sabemos cuándo se va a alcanzar el pico máximo ni si la gravedad de los casos será mayor que en otras temporadas”, afirma. Tampoco, “durante cuántos meses confluirá esta epidemia con la infección de otros virus epidémicos, como la gripe, y ya endémicos, como el Covid”.
Tal y como detalla esta sociedad, hay varias razones que explican la situación, “siendo las más probables la falta de circulación de estos virus en los dos últimos años y la ausencia de inmunidad en los niños de menor edad”. A esto hay que sumar “la retirada de las medidas de protección (mascarillas y distancia social)”, así como la falta de recursos humanos en la Atención Primaria”. Esto último, defienden desde SEUP, “dificulta la respuesta en este nivel asistencial”. También está “la cultura de la inmediatez que lleva a los padres a acudir a urgencias con cuadros todavía incipientes”.
Esta situación está provocando “un llamativo retraso de la atención de los pacientes en las unidades de Urgencias Pediátricas de España, tanto debido a problemas de recursos humanos como de espacio en las propias unidades de observación, en camas de hospitalización, así como en las camas de cuidados críticos”. Por ello, reclama la puesta en marcha de “planes de contingencia”, con medidas como la creación de espacios “donde ubicar a los pacientes pediátricos a la espera de tener camas en hospitalización o en las unidades de críticos”.
Junto a esto, aboga por “habilitar salas de pre-altas, donde los menores puedan esperar en condiciones adecuadas” e “incorporar pruebas de detección rápida de VRS, gripe y COVID (point of care) y de ecografía pulmonar a pie de cama con el fin de agilizar el circuito asistencial”. Además, pide “refuerzos de personal sanitario a todos los niveles”.
Por último, exigen la creación de “un observatorio en tiempo real” del VRS que “permita predecir su evolución e implementar con tiempo las estrategias de actuación”.
Ante esto, algunas comunidades ya están tomando medidas. De esta manera, la Comunidad de Madrid ha autorizado la contratación de cerca de 350 profesionales sanitarios de refuerzo en los hospitales públicos para hacer frente al incremento de casos. De ellos, ha ‘fichado’ 27 pediatras, 167 profesionales de enfermería, 139 auxiliares de enfermería y nueve celadores.