La localidad de Alpandeire, ubicada en pleno corazón del Valle del Genal y a sólo 20 minutos de Ronda, dispone en su término municipal de una amplia red de senderos de diversa distancia y dificultad que discurren por bellos parajes de especial interés paisajístico y medioambiental.
Una ruta perfecta para realizar en familia y para personas que se estén iniciando en el mundo del senderismo es el camino del Quejiguillo, de recorrido lineal que en su conjunto no supera los 1.500 metros de longitud y que no presenta mayor dificultad que el sencillo ascenso a la vuelta. Por ello, cualquier persona con una condición física mínima puede completar esta bonita ruta.
El sendero del Quejiguillo parte de la zona baja del casco urbano de Alpandeire, a la espalda de la plaza donde se sitúa la estatua de Fray Leopoldo, y discurre en un primer tramo por olivares hasta adentrarse en un frondoso bosque de alcornoques y encinas. A poco del comienzo, a la derecha de la vereda, se observa “La Picota”, una columna de piedra en la que antiguamente se mostraba a los reos o, incluso, después de ser ajusticiados por la autoridad civil, se exponían en ellas sus cuerpos o sus cabezas. Pero en la picota de Alpandeire nunca se ajustició a nadie. Esta columna es un monumento conmemorativo que el Rey Fernando VII otorgó a la localidad en reconocimiento a la defensa que esta llevó a cabo durante la Guerra de la Independencia. Debido a ello, Fernando VII concedió a Alpandeire el título de “Muy noble y fidelísima villa” y ordenó colocar en el pueblo horca y picota.
La vereda continúa bajando, en su mayor parte empedrada a modo de antigua calzada romana y, poco más abajo, el camino se bifurca debiendo tomar el ramal de la izquierda para seguir el recorrido correcto. El sendero siempre va descendiendo hasta llegar a su final en el arroyo de las Alfaguaras, donde se encuentra la Fuente del Quejiguillo. La fuente, cuyos orígenes se remontan al siglo XVII, se ubica en la margen izquierda del arroyo; el punto de surgencia está protegido por una puerta metálica en cuya base un minúsculo agujero deja salir unas gotas de agua que acaban en una pequeña pileta. Debajo de la puerta, incrustado en el muro, un grifo permite obtener agua, de la que se dice que tiene fama de abrir el apetito.
El arroyo de las Alfaguaras es el punto y final del sendero del Quejiguillo, desde donde se debe emprender la vuelta hasta Alpandeire aunque, para aquellos senderistas que deseen realizar rutas más exigentes, el camino sigue hasta conectar con la pista terriza de Las Amarillas, desde donde se pueden continuar varios itinerarios circulares de mayor distancia y dificultad.
Desde el Ayuntamiento de Alpandeire se ha adelantado que en próximas fechas se pondrá en marcha un plan de mejora y acondicionamiento de sus red de senderos, así como también se ha animado a todas las personas aficionadas al deporte en contacto con la naturaleza a visitar el municipio ya que podrán disfrutar, además de las diversas rutas que discurren por el entorno, del rico patrimonio histórico y cultural del pueblo, de su exquisita gastronomía tradicional y de la hospitalidad de sus vecinos.