Amargo empate e indignación con el árbitro en La Rosaleda. La Rosaleda albergaba este domingo a las 12:00 horas un duelo de históricos dormidos. El Málaga recibió al Real Murcia en la jornada dominical. Los costasoleños llegaban tras ganar 0-1 al Atlético de Madrid ‘B’ y en una buena racha, al igual que el Murcia. Por lo que había combate de dinámicas en Martiricos. El choque se saldó con empate a cero. No fue un partido malo del Málaga, que estuvo mejor que su rival. No hubo gol y al final eso es lo que importa.
La gran novedad del once era Larrubia. Pellicer no innovaba mucho en la alineación: Herrero; Gabilondo, Monte, Juande, Víctor García; Manu Molina, Genaro; Larrubia, Dani Lorenzo, Kevin; Roberto. Desde el primer momento el Málaga empezó a ser superior de un Real Murcia que dejó el balón al equipo malaguista. Los murcianos se dedicaron a esperar al Málaga y mediante el uso de la fuerza intentar sacar del partido a los de Pellicer con entradas centradas en los ‘jugones’.
Amargo empate e indignación con el árbitro en La Rosaleda
Superado el cuarto de hora de encuentro hubo un percance en la grada. Un varón de mediana edad sufrió un desvanecimiento y tuvo que ser atendido por las asistencias médicas. Se paró el partido un par de minutos hasta que los servicios médicos informaron que el atendido se encontraba bien.
Una vez reanudado el choque el Málaga tuvo varias ocasiones, la más clara se la apuntó Víctor García. Kevin Medina provocó una falta en el límite del área que el lateral estuvo a punto de convertirla en gol. Se llegó al descanso con empate a cero con una primera mitad donde el Málaga fue superior a su rival y pudo marcar en varias ocasiones, pero ninguna fue clara.
En la reanudación no estaba cómodo el Málaga y llegando a la hora de partido Pellicer decidió revolucionar lo que había sobre el verde. El castellonense hizo un triple cambio con la entrada de Dioni, Ferreiro y Ramón por Roberto, Larrubia y Genaro.
La tanda de cambios tuvo el efecto deseado, los tres mejoraron el juego del Málaga. El juego se empezó a volcar por la parte diestra del tapete donde estaba Ferreiro. Del gallego llegó la primera ocasión de la segunda mitad con un potente disparo que no fue entre los tres palos.
La mejoría malacitana necesitaba de algo distinto, un poco de chispa. Es por eso que entró en escena Ochoa al sustituir a Manu Molina. El de 17 años recién cumplidos se mostraba muy vivo desde su entrada. Fruto de ello le cayó la pelota a Ferreiro tras una buena maniobra del 35 malaguista y el extremo la estrelló en el larguero.
Comenzaba a ser un asedio de los locales. En la siguiente jugada Víctor García caía dentro del área y La Rosaleda estalló ante un posible penalti no pitado. El cabreo del malaguismo aumentó con la expulsión a Ferreiro. El gallego cometió falta y el colegiado le mostró la segunda amarilla en una jugada muy protestada por parte de los suyos al entender que es el mismo Ferreiro el que llega antes y al que le hacen la falta.
Ante la nueva tesitura Pellicer agotó sus cambios e introdujo a Juanpe por Kevin. Debido a las múltiples incidencias el cuarto árbitro añadió 7 minutos. No hubo apenas jugadas de ataque debido a la inferioridad numérica y el partido terminó con empate a cero. El malaguismo acabó muy cabreado el encuentro debido a la actuación arbitral (0-0).
