El cambio de postura de España sobre el Sáhara ha provocado este sábado una contundente respuesta por parte de Argelia, que ha decidido llamar a consultas a su embajador en Madrid.
Saïd Moussi llevaba apenas dos meses al frente de la delegación diplomática argelina y antes había servido como embajador en Francia. Ahora, tendrá que hacer las maletas.
«Las autoridades argelinas, sorprendidas por este brusco giro de la posición de la antigua potencia administradora del Sáhara Occidental, han decidido convocar a consultas a su embajador en Madrid con efectos inmediatos», publicó el Ministerio de Exteriores argelino en un comunicado.
A falta de un pronunciamiento oficial, fuentes citadas por la prensa de Argelia, expresaban ya el malestar en el país calificando el pronunciamiento del Gobierno de Pedro Sánchez como «una segunda traición histórica» al pueblo saharaui.
El portal digital ‘TSA’ citaba a una «fuente argelina próxima al dosier» para calificar el reposicionamiento de «segunda traición histórica de Madrid al pueblo saharaui después del funesto acuerdo de 1975», en referencia al llamado Acuerdo Tripartito de Madrid en el que el Gobierno franquista entregó su colonia a Marruecos y Mauritania.
Tras recordar la crisis diplomática y migratoria entre ambas orillas, un diplomático argelino señaló que «finalmente Marruecos ha obtenido lo que quería de España». En los medios de Argel se habla de «giro radical» y de «sorpresa general» aunque algunos periódicos pasan de puntillas sobre el asunto este sábado, ensimismados en su propia historia: hoy es el 60 aniversario de los Acuerdos de Evian, que supusieron el fin de la guerra de independencia argelina contra Francia.
Argelia es el principal valedor del Frente Polisario y rival histórico de Marruecos por la hegemonía en el Magreb. Ambos pilares regionales vieron agravada su enemistad a raíz de la reactivación del conflicto armado en el Sáhara Occidental y el verano pasado Argel rompió relaciones diplomáticas con Rabat.
Argelia es también el principal suministrador de hidrocarburos de la península, fundamentalmente a través del gasoducto Medgaz, después de que en noviembre pasado quedara cerrado el grifo del conducto GME (Gasoducto Magreb Europa) que repartía la energía a la otra orilla pasando por Marruecos. Era una de las consecuencias de la ruptura. Hoy, dada la delicada situación energética en la que se encuentra Europa por la invasión rusa de Ucrania, la crisis en el Magreb cobra vital importancia.
