Promete un perfil «mucho más municipalista» para poder «liderar» ayuntamientos sin ser los más votados, usando «mucho mejor» sus escaños
La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, sostiene que el proceso de refundación que ha puesto en marcha su partido para intentar la remontada electoral no tiene precedentes en España y asume que esa revisión interna de la organización ‘naranja’ puede afectar incluso a su posición como líder de la formación. «En la refundación está en cuestión todo, todo menos una cosa: nuestros valores liberales», apunta.
Así lo asegura en una entrevista concedida a Europa Press en la que ensalza la tarea emprendida por Ciudadanos para volver a conquistar al electorado y que tendrá como primer hito las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023.
Arrimadas presume de que el suyo es el partido «que más autocrítica ha hecho en España». «Llevamos dos años analizando las causas de la bajada, pero ya es hora de mirar al futuro», dice, incidiendo en que tienen la «obligación moral» de defender el espacio del centro político. «España no se puede permitir otra vez tener que elegir entre rojos y azules», añade.
Para «reconectar» otra vez con los españoles y convencidos de que «sigue habiendo muchos que quieren una opción liberal de centro, reformista y moderna», el partido ha emprendido una refundación que se prevé concluya en enero con, según sus palabras, «una opción mucho más interesante y más sexi en términos electorales». «Tenemos que volver a ser ese partido que proclama sin complejos ideas valientes y necesarias que mucha gente piensa pero ningún partido se atreve a decir», resume.
Preguntada si la refundación puede pasar por ella misma, replica: «En la refundación está en cuestión todo, todo menos una cosa: nuestros valores liberales y el espacio que representamos. Lo demás se puede renovar todo», recalca.
«No podemos pregonar que somos un partido reformista hacia fuera pero no estar dispuestos a reformar todo hacia dentro. Hicimos cambios importantes hace dos años, pero seguimos dispuestos a cambiarlo todo porque somos un partido reformista hacia fuera y hacia dentro y yo la primera», añade.
SEGUIR LUCHANDO POR ESPAÑA
En este contexto, señala que todos los miembros de la dirección, empezando por ella, tienen sus «cargos a disposición de la militancia» desde que llegaron. En cualquier caso, serán los militantes quienes decidan todo y no oculta que ella «se siente con fuerzas para seguir luchando por España».
«Lo he estado siempre, soy una persona luchadora que me gustan los retos. Soy perfectamente consciente del momento tan difícil en el que estamos, pero si yo tirara la toalla a las primeras de cambio no me hubiera presentado en Cataluña ni hubiera accedido a la presidencia de Cs en el momento más difícil desde su creación. Por encima de tu comodidad personal están las ganas de luchar por tu país», remarca.
También recuerda que tanto ella como muchos de sus compañeros han rechazado «golosas ofertas de otros partidos», en referencia al PP. «Si estamos aquí es porque nos lo creemos y somos luchadores», dice, desvelando que lo que les da «fuerza» es su determinación por no dejar sin opciones a quienes «no quieren elegir» entre «la versión empeorada de Zapatero -en referencia al socialista Pedro Sánchez– o el Rajoy número dos», como llama al líder ‘popular’, Alberto Núñez Feijóo.
YOLANDA DÍAZ Y SU PROYECTO DEL PASADO
Al proyecto ‘Sumar’ de la vicepresidenta Yolanda Díaz lo ve como una propuesta «anacrónica» por la adscripción al comunismo de la mujer fuerte de Unidas Podemos en el Gobierno. «Hablar del Partido Comunista me parece hablar del pasado, de algo para buscar en los libros de historia y no los programas electorales del futuro», mantiene.
Para su refundación Ciudadanos se mira el ejemplo de colegas europeos como los liberales alemanes que, según recuerda Arrimadas, llegaron a desaparecer del Bundestag y ahora forman parte de la coalición de gobierno con socialdemócratas y verdes.
La idea es que el equipo que lidera el proceso de refundación proponga el procedimiento por el que la militancia ratifique las decisiones que se adopten. Por lo pronto, Arrimadas no aclara cuál podría ser ese mecanismo de ratificación para «no influir» y se remite a los previstos en los Estatutos de la formación.
Tampoco concreta cuáles serán los nuevos ejes programáticos, aunque avanza que mirarán a esas clases medias que quedan excluidas de las ayudas, esa franja entre los 35 y 50 años que, pese a haberse formado y trabajado no puede adquirir una vivienda y duda de si podrá cobrar una pensión, y también a la necesidad de reformar la administración para desburocratizarla y que no sea «elefantiásica».
Según el calendario previsto, la primera oportunidad de medir si esa refundación da resultados serán las elecciones locales y autonómicas de mayo del año que viene. Preguntada sobre la política de pactos con la que acudirán a esta cita, Arrimadas no descarta nada pero tiene claro que deben que «utilizar mucho mejor los escaños» que obtengan para lograr «ser mucho más decisivos».
«Yo no descarto que pueda pasar que Cs lidere más ayuntamientos, que, aunque tenga menos representación que el PP o el PSOE, pueda ser la pieza que decante la balanza», indica, subrayando, eso sí, que lo que marcará los pactos será el contenido de las propuestas que se hagan para cada territorio.
«Vamos a ser un partido mucho más municipalista de lo que fuimos hasta 2019 y, desde luego, la prioridad absoluta va a ser lo que necesiten los pueblos y las ciudades», garantiza. Preguntada si cada territorio tendrá autonomía para decidir, apunta que habrá «autonomía, dentro del programa de Ciudadanos». En este sentido, pone como ejemplo de éxito su labor al frente de las alcaldías de Palencia o de Ciudad Real, donde «se han puesto por delante las necesidades del municipio».
«TODO PUEDE OCURRIR»
Y, con vistas a las generales, Arrimadas juzga «muy osado» pronosticar qué puede sucede dentro de año y medio teniendo en cuenta lo imprevisible de la política española. «Se ha demostrado que todo puede ocurrir, que lo que parecía imposible pasa», dice, recordando la salida Pablo Casado del liderazgo del PP o el resugir de Sánchez cuando el PSOE le apeó de la Secretaría General del partido.
Su objetivo es que «en España todo el mundo entienda que, en lugar de PNV, Bildu o ERC, las políticas las puede decantar un partido sensato y moderno como Cs». «Eso no es una utopía», enfatiza, a la vez que señala que «para ser decisivos no hace falta sacar 80 escaños».
«Todo el mundo entiende que PNV, Bildu o ERC, con cinco o seis escaños, hacen lo que quieren con el Gobierno, bueno pues ¿por qué no podemos aspirar a que Cs decante la balanza y haga las reformas que necesita España? Yo no lo veo para nada imposible, sigue habiendo muchos españoles que lo quieren», asegura, convencida de que podrán recuperar a sus votantes perdidos, muchos de los cuales, a su juicio, ahora están en la abstención.
Además, apunta que el partido está saneado financieramente para seguir adelante porque «también ha gestionado bien sus recursos». «Hemos sido muy humildes, no hay ninguna duda de la viabilidad económica de Ciudadanos, zanja.