La organización agraria Asaja-Sevilla ha advertido en un comunicado que Andalucía ha perdido en los últimos 16 años el 25% de su cabaña ganadera, o lo que es lo mismo, una cuarta parte de sus efectivos. Asaja advierte que Andalucía ha perdido la cuarta parte de su cabaña ganadera en los últimos 16 años. En concreto, ha alertado de que, según un informe de la Junta –que recoge la evolución del censo ganadero desde el año 2007 hasta 2023–, se ha perdido un 17,41% de cabezas de vacuno, mientras que en caprino y ovino este descenso ha sido «aún más acusado». En el caso del caprino la bajada se sitúa en el 26,33%, y en el ovino se han perdido en concreto un 31,6%. Esta misma tendencia se replica también en el resto de la Unión Europea donde los servicios de la propia Comisión apuntan, según la organización, a una reducción notable de la cabaña ganadera entre 2023 y 2035 y a un incremento en paralelo de los precios de la carne al consumidor.
Asaja advierte que Andalucía ha perdido la cuarta parte de su cabaña ganadera en los últimos 16 años
En este marco, Asaja-Sevilla ha celebrado ayer martes las XXXIX Jornada Ganadera, Forestal y de la Dehesa, en las que se abordó el presente y el futuro del sector ganadero. Una de las conclusiones que se ofrecieron es que la «desmesurada presión que sufre» el sector ganadero «fomenta el abandono de explotaciones y la reducción de la cabaña», lo que, «a medio plazo», provocará «un desequilibrio en el ecosistema y un notable incremento en el precio de la carne».
El presidente del Grupo de Trabajo de Salud y Bienestar animal del Comité de Organizaciones Profesionales Agrarias y Cooperativas en Bruselas, Miguel Ángel Higuera, participó en estas jornadas, en las que denunció que el sector ganadero europeo está en grave peligro de aplastamiento «por la pinza a la que le somete, por un lado, el endurecimiento de las medidas medioambientales y de bienestar animal derivadas del Pacto Verde y sus estrategias, que ya se están aplicando, y por el otro lado, las importaciones de producciones de terceros países, que no están sujetas a estas normas, y que se ven potenciadas por los acuerdos derivados de la política comercial de la propia Unión Europea».
El encuentro, que contó con la colaboración de Fertiprado, Asegasa, la Fundación Caja Rural del Sur y la Diputación provincial de Sevilla, fue inaugurado por el alcalde del Ayuntamiento de Cazalla de la Sierra, Adrián Torres, y por el secretario general de Asaja-Sevilla, Eduardo Martín, quien dio un toque de atención a las administraciones, especialmente a aquellas que mantienen departamentos desde los que «en los últimos años se ha venido criminalizando al sector ganadero que es básico y esencial en nuestra alimentación y del que depende el buen estado del medio ambiente y del paisaje e incluso la economía de muchos municipios de nuestro país, muchos de ellos en grave riesgo de despoblación».
Conferencias
Abrió el turno de conferencias el técnico responsable de la Sectorial de Ganadería de Asaja-Sevilla, José Manuel Roca, que repasó las últimas medidas anunciadas por el Ministerio de Agricultura para el sector ganadero tras las movilizaciones del pasado invierno, y presentó una batería de propuestas de flexibilización y mejora para el sector de ganadería extensiva que la organización agraria quiere trasladar al Ministerio y a la Consejería del ramo, inmersa esta última en la formulación de la primera estrategia andaluza de la ganadería extensiva.
Esta batería de propuestas, remarca Asaja-Sevilla, está dirigida esencialmente a facilitar la labor del ganadero, aliviar presiones «innecesarias», dotarle de mejores herramientas y, sobre todo, tener en cuenta las especificidades de cada tipo de explotación. Asaja advierte que Andalucía ha perdido la cuarta parte de su cabaña ganadera en los últimos 16 años.
Asimismo, Roca criticó algunas de las «muchas paradojas y contradicciones» en las que incurren políticos y administraciones con este sector, «como la de defender el bienestar animal a toda costa, pero negar el agua a los ganaderos, a los que las confederaciones hidrográficas ponen trabas y cortapisas para la construcción de pequeños embalses o la apertura de pozos, más necesarios si cabe en años de sequía como los que estamos viviendo en los que es frecuente ver fuentes y abrevaderos secos».
A continuación, el asesor de programas e informes de la Secretaría General de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Ricardo Alarcón, informó sobre el proyecto Demofarm, una iniciativa de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural basada en la aplicación de soluciones tecnológicas digitales en explotaciones reales, «con las que se persigue», entre otros objetivos, reducir la brecha digital en el sector agroganadero de Andalucía e impulsar su transformación digital.
Programa en una explotación de vacuno extensivo de Huelva
En concreto, Alarcón, que invitó a los ganaderos a participar en las jornadas demostrativas que desde el proyecto se están realizando, mostró las adaptaciones que se han puesto en marcha gracias a este programa en una explotación de vacuno extensivo de Huelva y otra de ovino extensivo de Sevilla. En ambas, han sido los propios ganaderos los que han trasladado sus necesidades y la Consejería, a través de este proyecto, les ha buscado una solución adaptada relacionada con la gestión de insumos, el manejo ganadero o la gestión de datos.
Por último, la jornada contó también con la intervención del doctor Antonio Escribano, director de la Cátedra Interuniversitaria de Nutrición, Salud y Sector Agroalimentario, especialista en endocrinología y nutrición, quién exhortó al ganadero a «recuperar su orgullo», puesto que «gracias a ellos» los ciudadanos tienen acceso a la carne, que ofrece proteínas animales de alto valor biológico y que son «imprescindibles» para la vida.
Escribano señaló que «el hombre es un ser omnívoro y no puede prescindir del consumo de carne a riesgo de poner en peligro su salud, puesto que hay ocho aminoácidos esenciales que son fundamentales para la nutrición y que proceden de la carne, la leche y los huevos», y añadió que «las consecuencias físicas, psíquicas y cognitivas de la supresión de la ingesta de carne son gravísimas». Además, animó a los ganaderos y a los responsables del sector cárnico a ser más activos en la defensa de su sector, porque «los argumentos científicos están de su parte».
Además de ello, el doctor Escribano confió en que el «cuestionamiento de la carne», al igual que «el que se produjo a finales de los años 60 del pasado siglo con los ataques de los ‘lobbies’ de países productores de otras grasas vegetales al aceite de oliva, puede conducir al redescubrimiento social de estas proteínas animales de alto valor biológico que son insustituibles en la dieta humana».