Las labores de reparación de la carretera A-397, que une Ronda con San Pedro de Alcántara, continúan esta semana con nuevos avances centrados en la estabilización de la ladera afectada por el deslizamiento de tierras provocado por la borrasca Jana el pasado 8 de marzo. La actuación, declarada de emergencia, ha entrado en una fase clave con el extendido de una malla de contención en la parte superior del talud y la retirada mecánica de las rocas inestables.
La Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda ha reforzado el operativo con un total de 20 operarios especializados, muchos de ellos técnicos en trabajos verticales, que están trabajando todos los días de la semana, incluidos fines de semana, para garantizar la seguridad y reducir al máximo los plazos de reapertura.
En los últimos días, los trabajos se han centrado en anclar la malla de estabilización y colocar una valla metálica de tres metros de altura como medida preventiva frente a posibles nuevos desprendimientos. Tras la retirada de una grúa de 200 toneladas que daba soporte a las tareas en la parte alta, se ha construido una rampa de tierra sobre la propia calzada para facilitar el acceso a nueva maquinaria.
A partir de este lunes, comenzará la retirada de bloques rocosos inestables mediante una excavadora equipada con un brazo de largo alcance, capaz de operar hasta a 35 metros de altura. Esta actuación permitirá avanzar en la limpieza de las zonas más comprometidas del deslizamiento.
«Se trabaja a contrarreloj»
La consejera de Fomento, Rocío Díaz, ha destacado “el enorme despliegue técnico y humano que se está llevando a cabo para estabilizar la ladera cuanto antes y poder iniciar posteriormente la reconstrucción del viaducto”. Díaz ha recordado que las primeras medidas de contención ya están en marcha y ha asegurado que “se trabaja contrarreloj para restablecer esta vía clave para la Serranía de Ronda y la Costa del Sol en condiciones plenas de seguridad”.
Las obras se desarrollan por fases. Tras la actual etapa de saneo, se procederá a retirar los bloques considerados potencialmente peligrosos y a instalar una pantalla dinámica de protección contra desprendimientos. Una vez completadas estas tareas, se acometerá la demolición y posterior reconstrucción del viaducto dañado por el temporal. La A-397 permanece completamente cerrada desde el día del desprendimiento, y debido a la magnitud de los daños, se descartó desde el primer momento habilitar un paso alternativo por la misma calzada.