En la calma con la que discurre la tarde en el entorno del parque Tico Medina, irrumpen tres pancartas, colgadas de los balcones de uno de los edificios colindantes. «Ayuntamiento, Junta y promotores nos estafan», reza una de ellas, mientras otra subraya con firmeza que «la cultura y el deporte no se tocan». Al fondo, en la misma calle, otro par de letreros idénticos cuelgan de los soportes de unos toldos, justo delante del solar de la discordia. «Nos plantamos contra la construcción de nuevas viviendas en esta parcela porque es de equipamiento deportivo», sentencia Antonio Jesús Castillo, presidente de la Asociación Parque Lagos. Como tal se encuentra calificado, razón por la que ha permanecido más de 20 años en un limbo urbanístico, pero una modificación promovida por el Consistorio, que permite edificar en terrenos de este tipo cualquier construcción, propició su venta exprés a finales de 2024 a un promotor que ahora planea levantar un bloque de pisos.
Después de dos décadas de proyectos que acabaron encerrados en un cajón o triturados, todo se dio muy rápido. El terreno, de 11.458 metros cuadrados y catalogado como parcela de equipamiento deportivo, fue vendido a un particular apenas unas semanas antes de que su situación quedara desbloqueada mediante una modificación en el régimen de los suelos promovida por el Ayuntamiento de Granada. Este ajuste, recientemente aprobado por la Junta de Andalucía, permitía la edificación de cualquier tipo de propiedad con independencia de la definición del firme. «Ahora, nuestro centro deportivo se convierte en 120 pisos, dice el Ayuntamiento, o en residencia de mayores, según parece que dice ahora el promotor», cierra la historia Antonio Jesús Castillo. Una gota más en el vaso que termina por derramar el descontento de los vecinos, ya molestos por la cesión del espacio anexo al Museo Memoria de Andalucía para la futura Ciudad de la Justicia.
El Ayuntamiento de Granada encarga el proyecto para cerrar las esquinas de Los Cármenes
«Eso fue lo que nos atrajo a miles de granadinos venirnos a este barrio en expansión, que iba a ser, junto al parque Tico Medina, el Memoria de Andalucía y el Parque de las Ciencias, un barrio de cultura, de ciencia, de conocimiento y de familia», lamenta ahora el presidente de la asociación de vecinos, quien puntualiza que «no es lógico que un plan general tarde 25 años en desarrollarse y lo haga después de llegar las familias». «Ahora el proyecto se convierte en tres bloques de ladrillo», insiste Castillo, «y el centro cultural, en un mamotreto de cemento dentro de un parque que pretende acoger todos los juzgados de lo Penal de la provincia de Granada».
La construcción sobre el terreno de equipamiento deportivo cancela la posibilidad de que el suelo, como estaba previsto, albergue un centro para practicar deporte, por lo que el polideportivo más próximo a los vecinos de la zona será el Núñez Blanca. «Sería el primer complejo de estas características del distrito Zaidín, con 42.000 habitantes, frente a los cinco que tiene el Camino de Ronda», compara. «No es lógico que al final aquí acaben viviendas o residencias, pero tampoco que Granada, el año de la Capitalidad Cultural Europea, renuncie a un auditorio que tenía previsto para la presentación de la candidatura 2031», añade. A su modo de ver, además, el «pelotazo inmobiliario» que considera que se ha producido supone «una injusticia». «Una parcela que llevaba 22 años vacía se ha vendido tres meses antes de hacerle el cambio de uso, que va a hacer un terreno de 142€ por metro cuadrado cuando estamos en torno a los 4.500€ por metro cuadrado. Se ha especulado con nuestro dinero», sostiene.
Movilizaciones vecinales
La asociación de vecinos, por todo ello, ha promovido una serie de movilizaciones que congregan a los residentes de la zona. «No tiene sentido y, por eso, nos plantamos. Planteamos para ello una serie de medidas y hemos iniciado una campaña que se llama ‘Salvemos nuestro parque’», apunta el presidente. Ya realizarse un acto lúdico con los más pequeños como protagonistas, si bien otras acciones se han visto paralizadas por las condiciones meteorológicas de las últimas semanas. Sobresalen los carteles ubicados en los bloques que colindan y la propia valla que delimita la parcela. Algunos ya no están, retirados por la Policía Local, si bien para evitar que desaparecieran todos han optado por colgarlos por dentro.
«Queremos, desde la mano tendida, buscar soluciones. Estamos ayudando a las instituciones a hacerlo. Creemos que las hay por el bien de Granada», matiza Antonio Jesús Castillo. «No estamos luchando por nosotros, sino por las nuevas generaciones, porque estamos hablando de la única parcela deportiva que queda disponible en el distrito Zaidín y la única de carácter cultural en el centro de la capital. No podemos enterrar bajo cemento este tipo de ilusiones que tiene esta ciudad», abrocha.