El tercer sábado de septiembre se celebra el Día Internacional del Panda Rojo, un animal único y en eligro de extinción sobre el que hay que concienciar en cuidarlo y protegerlo. En esta efeméride se ha sumado Bioparc Fuengirola, que ha centrado la atención en la pérdida de su hábitat natural.
De hecho, esta especie habita en libertad en zonas localizadas de Nepal, China, Myanmar, India y Bután, y se estima que quedan menos de 10.000 pandas rojos en estado salvaje, disminuyendo su población en los últimos 50 años en un 40%, han informado desde el parque en un comunicado.
Tal y como recuerda en este día la Red Panda Network, organización centrada en la conservación de pandas rojos salvajes, la implicación de la sociedad es clave para frenar la destrucción de su hábitat.
El rápido crecimiento de la población humana en el Himalaya oriental está causando la deforestación, degradación y fragmentación del hábitat del panda rojo. En Nepal, el 70% del hábitat del panda rojo se encuentra fuera de las áreas protegidas.
A pesar de su situación en libertad, en la actualidad más de 200 zoos pertenecientes a la EAZA albergan pandas rojos. Bioparc Fuengirola alberga esta especie desde 2016, pero no ha sido hasta 2022 con la llegada de Chang, un macho procedente del zoo alemán Neuwied, cuando el parque ha conformado una pareja reproductora. En este parque convive pacíficamente con el casuario común y la nutria de uñas cortas.
Los pandas rojos sufren la destrucción de su hábitat natural. Este problema ha afectado a casi todos los animales vivos del planeta, pero debido a una tasa de natalidad genéticamente baja, esta especie está sufriendo más que otras. A pesar de que países como China o Myanmar han aprobado leyes para su protección, la destrucción continúa, han explicado desde Bioparc.
La deforestación, la urbanización y la transformación de la tierra para la agricultura son sus mayores amenazas. El crecimiento humano en su zona de origen combinado con el cambio climático ha llevado a la fragmentación y pérdida de tierra habitable. Además, el panda rojo se enfrenta a peligros como la caza furtiva que busca su bello y rojizo pelaje.