La Comisión Europea da por hecho que la flota europea que faena en los caladeros marroquíes, en su mayoría española, deberá abandonar las aguas desde la medianoche del lunes 17 de julio, fecha en la que expira el protocolo del acuerdo pesquero entre la UE y Marruecos, a la espera de que la justicia europea se pronuncie sobre su legalidad; y ha advertido de que las ayudas por la paralización de la actividad finalizarán a finales de 2023.
El actual acuerdo entre la UE y el Reino de Marruecos entró en vigor el pasado 18 de julio de 2019, lo que permitió reanudar la actividad de la flota comunitaria, que llevaba suspendida desde el 14 de julio de 2018.
En noviembre de 2021, el Tribunal General de la UE anuló la decisión del Consejo por la que se aprobaba el acuerdo pesquero entre la UE y Marruecos y su protocolo, aunque preservó sus efectos hasta que el TJUE se pronuncie sobre los recursos que el tanto el Consejo como la Comisión han interpuesto contra la sentencia.
Ahora, a la espera de una decisión del TJUE que no está prevista hasta principios de 2024, la aplicación del protocolo actual puede continuar hasta el final de su aplicación, que expira este lunes, por lo que, a falta de un nuevo acuerdo, pendiente de la sentencia, provocará la suspensión de la actividad de la flota durante algunos meses.
Esta suspensión afectará especialmente a España, ya que 92 de las 138 licencias que faenan en la zona corresponden a su pabellón, en concreto, a la flotas andaluza, gallega y canaria.
Fuentes comunitarias han explicado a Europa Press que el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) puede conceder una compensación financiera a los armadores y tripulantes por la paralización temporal de las actividades pesqueras derivada de la no renovación de un acuerdo de pesca o de su protocolo, aunque estas sólo son subvencionables hasta finales de 2023, ya que no se contemplan en el marco de su sucesor, el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y Acuicultura (Fempa).
Además, el secretario general de Cepesca, Javier Garat, ha aclarado que, según el reglamento que establece el FEMP, la flota «sólo puede recibir un máximo de seis meses de ayuda», lo que plantea un «problema», especialmente para la flota andaluza, que ya ha agotado ese periodo por paralizaciones previas y que reclama al Gobierno una financiación nacional para los barcos que ya no puedan recibir esos subsidios comunitarios.
La Comisión ya ha confirmado que actualmente no existen negociaciones entre la UE y Marruecos para prorrogar el acuerdo pesquero, aunque autoridades de ambos socios internacionales se reunieron el 10 de julio en Bruselas para «recordar la importancia de sus relaciones en materia de pesca».
Sin embargo, fuentes comunitarias afirman que la UE no cierra la puerta a reabrirlas de cara al futuro, y que, junto a sus socios marroquíes, «reflexionará y evaluará» una posible renovación del protocolo de pesca teniendo en cuenta las circunstancias actuales, las «limitaciones» y los parámetros tanto económicos como medioambientales.
Al final de este proceso, advierten desde Bruselas, cualquier decisión futura se tomará conjuntamente con las autoridades marroquíes en el interés compartido de ambas partes.