Mientras ayer se hacía público el contagio del virus del Nilo Occidental a un caballo en Cártama, este martes ha sido el Consistorio el que ha querido confirmar la presencia del virus en el equino, según pudieron saber por una comunicación de la delegación territorial de Salud de la Junta de Andalucía. Con el contagio, también vino el incremento del nivel de riesgo de la localidad del 1 al 3, lo que significa que el municipio tiene que intensificar aún más sus medidas para evitar que se siga propagando el virus en el pueblo y, por ende, en la provincia.
El Ayuntamiento de Cártama ya cuenta con un Plan Municipal de Vigilancia y Control Vectorial, a lo que se suman desde ya otras medidas como el incremento de labores de diagnóstico de la presencia de mosquitos con muestreos de ejemplares y su identificación en las zonas susceptibles, además de reforzar la vigilancia de las larvas y mosquitos adultos e intensificar la campaña de comunicación con la ciudadanía, a la que le pide “calma y tener en cuenta las medidas de prevención”.
Controlar la cría
Entre las medidas para controlar la cría de los mosquitos es esencial no guardar recipientes en el domicilio que puedan acumular agua y, si son imprescindibles, vaciarlos una vez a la semana. “Si no es posible evitar el vaciado o la protección, como es el caso de estanques, piscinas o fuentes ornamentales, se puede controlar su cría utilizando métodos de cloración del agua o la introducción de peces que se alimenten de huevos y larvas. En el caso concreto de explotaciones ganaderas, reviste gran interés la vigilancia, así como evitar, en la medida de lo posible, agua de charcos en rodadas de vehículos o caminos, fugas de agua por grifos o conducciones, bebederos con fugas”, explican desde el Consistorio.
Un caballo, el primer contagiado del virus del Nilo en Málaga este año
Igualmente, las medidas para evitar las picaduras están sobre la mesa, como son las telas mosquiteras en ventanas y puertas, vigilar cuartos de bomba con depósito de agua potable o para la recepción de aguas residuales. También se recomienda usar ropa que cubra la piel, dejar la luz apagada si la ventana está abierta y, en el exterior, mantenerse alejados de espacios en los que haya agua estancada sin tratar. Por último, utilizar repelentes en casos en los que se esté en una zona donde abunden con más frecuencia estos insectos, con especial atención a no usar productos que no estén registrados como uso doméstico.