El cadáver de Natalia apareció el pasado 8 de enero en la playa de La Cañas, abierto en canal, sin cabeza ni manos. Nueve días más tarde, a unos cuatro kilómetros del lugar en el que se encontró el cuerpo, aparecieron sus dos manos. Su expareja, Leonel H., de nacionalidad colombiana igual que la víctima, fue detenida tras la denuncia de los familiares de la mujer.
Este hombre, que tenía una orden de alejamiento con Natalia desde diciembre, admitió que la asesinó y arrojó su cuerpo y los restos al mar. Lo admitió primero ante la Policía Nacional y luego ante el juzgado de instrucción, el cual decretó su ingreso en prisión. La Fiscalía pide ahora para él 25 años de prisión y 9 meses de inhabilitación.
El fiscal considera que el plan se había llevado a cabo de forma meticulosa. Leonel H. pidió a un amigo que alquilara una furgoneta Peugeot Bóxer sin ventanas y quedó con Natalia. Fueron a conversar a un lugar más íntimo, donde mantuvieron relaciones sexuales para, «de manera sorpresiva y con expreso desprecio al sexo femenino de la víctima», el acusado la sostuvo por el cuello con la hipotética intención de asfixiarla, siempre según el relato del Ministerio Público.
«No era consciente en ese momento de lo que estaba haciendo, no era un plan preconcebido»
En el día de hoy, Leonel H. ha comparecido en la sala de vistas número 4 de la Audiencia Provincial de Málaga para la primera sesión constitutiva del jurado y su propia declaración. El acusado ha mostrado una actitud distante y fría en todo momento, con la mirada dirigida al suelo. A las pregunta de la Fiscalía, el asesino confeso ha afirmado, con frialdad y naturalidad, que “la agarró por detrás por el cuello y la asfixió hasta matarla”. En su declaración, ha expresado que “no era consciente en ese momento de lo que estaba haciendo, no era un plan preconcebido”.
Leonel H. empleó un cúter, tal y como ha confesado en sus declaraciones, para descuartizar el cadáver de Natalia. El jurado popular ha preguntado por qué llevaba este objeto consigo, a lo que el hombre ha respondido que “trabaja con pladur, por lo que es una herramienta y no un arma”. Más tarde regresó a casa y se deshizo del arma, según el Ministerio Fiscal.
En su defensa, Leonel H. se ha mostrado “arrepentido por los hechos”. Lo ha querido remarcar en varias ocasiones, pidiendo incluso al jurado tener turno de palabra para pronunciar unas palabras, a lo que ha sido instado por el jurado a hacerlo al final del juicio.
La vista, en la que interviene la letrada de la Junta de Andalucía como acusación popular al tratarse de un asesinato de violencia de género, continuará mañana y se prolongará durante varios días hasta que el jurado popular emita un veredicto.