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«No vengo a llorarte, vengo a lucharte»: la comparsa ‘La sublevada’ rompe un techo de cristal en la quinta preliminar

Las pocas horas de sueño por el Carnaval de Málaga ya comienzan a hacer mella, por lo menos en esta que firma. Aunque sarna con gusto no pica, menos si se vive una noche tan reivindicativa como la de esta quinta preliminar. El alcalde como protagonista de dos agrupaciones, la identidad del marengo puesta en la palestra a través de un maravilloso ceceo, lo que don Pablo Picasso tiene que soportar desde su banquito en la Plaza de la Merced, la historia de los que han sido castigados con un sambenito, la voz de los que por hastío se han salido del sistema y la sublevación de las mujeres carnavaleras. Casi na. ¡Va telón! ¡Va crónica!

Al carajo el marqués – romancero infantil (Málaga)


El personaje: Paco de la Torre, que ha fundido el Monumento al Marqués de Larios para quitarlo de en medio y colocarse él allí.

Unos versos para enmarcar: «Mi romancero se acaba / pero todo este dinerito de aquí / me lo voy a gastar arreglando Málaga / porque quiero verla sonreír».

Las coplas.

«La estatua de don Paco de la Torre, por Paco de la Torre / y siendo alcalde de esta bendita y esplendorosa ciudad, Paco de la Torre. / El excelentísimo, muy ilustre, distinguido, muy nomble y real / venerable hospitalario y muy leal, alcalde de esta ciudad». ¿Tanterao? Po más te vale, porque esa estatua se la has pagado tú. Yo no porque soy de Coín.

Vaya arte tiene Alvarito. ¡Y cómo da leña! El alcalde hablando sobre sí mismo, en clave humorística, y tratando temáticas como la gentrificación, el voto fiel de los malagueños, la torre del puerto… sin que nos chirríe que el intérprete es un niño. Bravo también por su hermano Antonio Jesús, que, además de acompañarle en el escenario, es el autor de letra y música.

No hay ni una cuarteta que no entre, incluso las más críticas hacen que el público se desternille de risa. Entre ellas, especial mención para una que le toca de cerca: «Para el romancero solo 16 minutos / pero para el resto de infantiles 21, / así que este año en mi actuación / los aplausos de uno en uno». La cantera reivindicando a la cantera. También haciéndose eco de otra de las problemáticas de nuestro carnaval, como las multas a los carnavaleros si se exceden del horario permitido para el cante en la calle: «Y como yo me río mucho con vuestros cuplés, / este año, en vez de multaros, os voy a dejar de cantar en la calle hasta las 3. / De la tarde».

Una vez más: que vivan nuestras agrupaciones infantiles.

Un domingo cualquiera – murga (Torre del Mar, Málaga)


El personaje: unos marengos que están hartos de los domingueros.

Unos versos para enmarcar: «Que la playa es / magia de espuma y sal, / nuestra identidad, / que no debemos perder. / Y aquí da igual / clase social / que pa disfrutarla / hay libertad».

Las coplas. Una murga que cecea. Como Lorca, que también ceceaba. ¿Lo sabían ustedes? A mí me lo contó Sergio Lanzas, que más lorquiano que él no es ni Ian Gibson, y yo os lo cuento ahora para que se lo digáis a quien os venga con chalaúras. Por lo menos estos marengos no tienen prejuicios lingüísticos, a ellos lo que de verdad les da coraje es que un dominguero se atreva a clavar la sombrilla en su playa y eche allí el día. Con lo tranquilitos que están sin tanta gente en enero.

Qué bien caracterizado está el personaje. Qué puntazo lo del léxico marengo desde la presentación. A mí me han ganado.

Primer pasodoble al tipo, dedicado a los marengos que se están perdiendo, que tienen que migrar como su vecino Juan, que le ha vendido su casa a un alemán y ahora vive en Olías, pero del Rey, cerca de Despeñaperros. El segundo, una crítica voraz al sistema sanitario andaluz y a Juanma Moreno, que vino a arreglar los problemas heredados de Susana Díaz y ha conseguido una «Sanidá de muerte». A estos marengos no les asusta el poniente ni entienden de medias tintas. Bravo.

Los cuplés, a los mítines de Vox y al poder de Alfonso Herrero, no entran tanto, pero con el estribillo vuelven a conectar. El popurrí, que sí que cala bastante, está aderezado con músicas de toda la vida; en él se caracteriza, más si cabe, el personaje. El mensaje que subyace es claro: que no se pierda la verdadera identidad del marengo y su mar. Mención especial para la cuarteta final, que, además de ser preciosa, lleva música original.

La pandilla – comparsa (Alcalá del Valle, Cádiz)


El personaje: una pandilla de gángsters que se han cansado de someterse a la sociedad y ahora roban por carnaval.

Unos versos para enmarcar: «El día que te rebeles, tierra mía, / va a saber el resto de España / quién es Andalucía».

Las coplas. «El poder ya no es del pueblo, lo han perdido y se rindieron». Así comienzan estos gángsters que se han cansado de los mandatos sociales y han preferido salirse del sistema, convertirse en delincuentes, a seguir aborregados.
El primer pasodoble, a los estereotipos sobre los andaluces: chistosos, flojos, juerguistas, analfabetos… «Esta es la tierra de Machado y Caparrós, / es la de Lorca y su sangre derramada, / despierta ya del letargo y del yugo que te aplasta». El segundo, al bullying y al suicidio juvenil, un tema que, por mucho que se cante, nunca está de más. Gracias a todas las agrupaciones que tratan la salud mental en sus repertorios y visibilizan una realidad que sigue siendo todavía tabú.

Cuplés a los políticos, que son los delincuentes más buscados, y a los sabores de los turrones. Estribillo romanticón: «pero si tú me miras, chiquilla mía, pierdo esta guerra: / son tus besos, tu defensa, ¡ay!, / los que envenenan».
Del popurrí, sobresale la cuarteta a los ladrones que son castigados sin motivo («Lo llaman ladrón por robar el pan que lleva a su casa») y a los que salen impunes («igual que ahora se premia al ladrón / pero al que mata a mi gente / recortando gasto y cerrando hospitales / o el que reduce en colegios / y a la privada da las prioridades»).

Por falta de audiencia, nos vemos en esta urgencia – cuarteto (Córdoba)


Los personajes: Isabelita, Mijilla, Motoreta y Rafalito estaban concursando en el programa de Canal Sur ‘Esta es mi isla’, pero la productora canceló el programa hace seis meses y todavía no los ha traído de vuelta.

Unos versos para enmarcar: «Que tus risas son mi balsa / es tu alma mi destino / y tus ojos son la llama / que ilumina mi camino».

Las coplas. Hay quien busca nombres crípticos para su agrupación cada año, ellos no. Literalmente, por falta de audiencia… se ven en esta urgencia. Que no es otra que la de estar atrapados en una isla esperando a que Juan y Medio vaya a recogerlos. Sus familiares se concentran ante Canal Sur para reclamar que vuelvan, aunque haya alguno que prefiera perderlos de vista.

Los cuatro finalistas se preguntan si es que estarán repitiendo ‘Arrayán’. Sea cual sea el motivo, ellos llevan seis meses sin comida ni agua ni móvil. En la parodia representan uno de esos días en la isla. Los pegotitos a Málaga, en los que mencionan a la Tribuna de los Pobres, al Guri, a Famadesa, al Pimpi… entran mucho.
Cuplelitas a Podemos, la ‘Potra Salvaje’ y tres de borderíos. Pocas cupletinas han sido tan bien acogidas por el público durante este concurso. El estribillo, al tipo, cortito y al pie: «Venimos por primer año con un montón de respeto / pero llevamos ya seis meses en la playa / y no hemos visto ni un espeto».

En el tema libre continúan con la historia y con las referencias a Málaga, que sigue robándole carcajadas al público, sobre todo la alusión a lo ocurrido en Semana Santa con el Prendimiento. Se despiden sin que nadie les haya rescatado, con una cuarteta final preciosa. Tiene pinta de que darán otro pase. ¿Vendrá Juan y Medio en su búsqueda?

Quiero que mi padre se vaya, pero mi padre no quiere – murga (Málaga)


Los personajes: Paco de la Torre y sus hijos.

Unos versos para enmarcar: «Tengo un león que me ruge dentro cuando a mi puerta llega febrero, / el corazón lleno de recuerdos a tu ladito grabados a fuego. / Tengo a mi murga, tengo a mi gente, tengo a mi tierra y el barrio entero».

Las coplas. Marca de la casa, la familia León en esencia con Pepe León como protagonista. La presentación, con su puntito crítico («Pues si este año gustamos y a la final llegamos, / ya por fin de una vez va a estar el alcalde en la final»), nos muestra las discrepancias entre el alcalde de Málaga y sus hijos, que le han salido, vaya por Dios, de izquierdas.

Los pasodobles, un numerito. Dos músicas, dos enfoques: hachazo y piropo. El hachazo para la realidad de los barrios malagueños: «Málaga, despierta, por favor, que cualquier día te matan. / Con lo que vales para mí, con lo que vales para mí / y te venden tan barata». El piropo, para Málaga y su carnaval: «Ay, muchachita del mar, / canta, baila, ríe y salta con tus carnavales / al son de un pasacalles. / Y qué bonita es mi ciudad y qué bonitos son sus carnavales». No tendrán este año en sus filas a Antoñito, pero tienen a Pepillo, que no veas cómo lo vende en el pasodoble.
Cupletinas de dos en dos. Se esperaba la letra a la polémica del audio, bien tirada. El estribillo lo vamos a corear hasta quedarnos roncos.

Popurrí esencia León, en el que destacan las intervenciones de Pepe León y, como siempre, la cuarteta final, que es un caramelito. «No vengo por premios, yo vengo porque te quiero / y aquí estoy contigo quede último o primero». Se está apretando la cosa en murgas.

Los del sambenito – comparsa (Villanueva de Algaidas, Málaga)

El personaje: personas a las que la sociedad ha colgado un sambenito y soportan la estigmatización social.

Unos versos para enmarcar: «Si un día la sociedad un sambenito ha de colgar, me lo pongo por sombrero, / y que a mi muerte la gente que me vio vivir / me recuerde porque fui rebelde y carnavalero».

Las coplas. Desde Villanueva de Algaidas vienen a cantarnos las cuarenta. Es su segundo año de participación en Málaga, pero cuentan con una gran trayectoria carnavalesca a sus espaldas. El año pasado, con su canto a la salud mental, nos sorprendieron; este, con su canto a los estigmas sociales, se han consolidado. Qué necesaria es una agrupación como esta.

«Ya no soy persona, solo soy una etiqueta, / este sambenito siempre llevaré conmigo. / Sociedad moderna pero anclada al siglo quince, / otros inquisidores pero los mismos castigos». Se podrá decir diferente, pero no más claro. Hacen también hincapié en que «fue la sociedad la que nunca perdonó / a los que un día se equivocaron». Bravo.
Primera letra de pasodoble a otro sambenito: las críticas por el tiempo que se guarda el luto. El final es impactante: «Lloró bastante todos esos años por cada paliza que le dio ese hombre, / ¿quién cierra esa herida? / Que digan lo que quieran que ahora es cuando ella comienza a vivir. / 45 años que ella estuvo muerta en vida». La estigmatización social va de eso: de juzgar sin saber. Bravo por ellos de nuevo.

El segundo pasodoble al honor de volver a Málaga y de compartir tablas con maestros como David Santiago, Godoy y Pepe León, pero, sobre todo, al orgullo de coincidir con referentes como Paqui Prieto, Pepa López, Paula García y Alba Rosado. «Esta humilde comparsa quiere recordarle a nuestro carnaval / que está escrito con m de mujer y malagueña». A más de una se le ha escapado una lagrimita, que lo sé yo. Vaya letra bonita.

Cuplés a malagueños a los que han colgado un sambenito y al Carnaval de Málaga. El estribillo no puede ser más reivindicativo ni más dulce.

En el popurrí, otra maravilla, desgranan los motivos de la involución que denuncian y visibilizan la realidad de personas que han sido estigmatizadas. Mención super especial para la cuarteta final, con la que cierran un pase de oro poniendo el foco en la función social del carnaval: «Una sociedad con prisa y sin paciencia, / llenita de prejuicios, de defectos y carencias. / He intentado educarla con carnaval como medio y pasodobles bonitos / y me han colgao, me han colgao el sambenito».

Aquí no pinto ná – murga (Málaga)


El personaje: Picasso en su estatua de la Plaza de la Merced.

Unos versos para enmarcar: «Vente conmigo y deja a un lado la pena / y pinta colores en ella, / que pa eso esto es carnaval».

Las coplas. «Lo mío empezó / cuando estaba pintando el Guernica / me falta color / y al chino bajé / y al cerrar me di cuenta que dentro / las llaves dejé / y aquí me senté». El personaje va a dar juego. Qué manera tan original de contar lo que ocurre en Málaga, y, sobre todo, en aquel rincón de la Merced.

Terminan la presentación con un guiñito a compañeros murguistas: el «¡Der tirón!» de la murga de Zumaquero se ha transformado en «¡El pintor!». No es la única seña: en el buzón de correos que tienen detrás hay una pintada que pone «J.Z. Der tirón», en recuerdo a Javi Zumaquero.

Primer pasodoble al tipo, pero dando caña: «adonde está, adonde está / esa belleza en tu mundo tan distinto; / yo seguiré, yo seguiré / con mi cubismo y mis caras deformás / pues me avergüenza el realismo». A pesar de que se diga que su estilo es muy abstracto, lo que de verdad es abstracto es este mundo «con gobiernos de ladrones, / la homofobia y la guerra / y el machismo y el olvido a nuestros mayores». ¡Cómo vienen los del CAMM este año!
Segunda letra al tiempo que malgastamos con los móviles mientras olvidamos a nuestros mayores. «Disfrútalos, disfrútalos», nos dicen. Cuánta razón. Qué letra más bien tirada.

Si con los Leones hemos disfrutado dos pasodobles, con el CAMM disfrutamos de dos estribillos. La modalidad viene pisando fuerte. El primero: «Tol mundo está diciendo / que la vivienda está muy chunga y ya lo creo, / a mí que me vas a contar / si he salido de mi casa y en un momento han montado un museo». El segundo, todavía más cómico: «Si a ti te dicen / que tienes una cara rara / la boca al lado la oreja / la nariz encima la frente / y los dos ojos muy separados así to lejos, / tú no te agobies que no eres feo, / tú no le hagas ni caso: / ¡a ti te ha pintado Picasso, Picasso, Picasso!».

Han sabido jugar con el personaje en el popurrí, donde, además de escuchar el repertorio, hay que prestar atención a lo que ocurre en escena. ¿Habrá próximo pase? ¿Cambiarán algunas cuartetas? ¿Cantarán más estribillos? Todavía no lo podemos saber, lo que sí podemos es disfrutar de su maravillosa cuarteta final.

La sublevada – comparsa (Málaga)


El personaje: payasas que representan a las mujeres carnavaleras, que han soportado las normas impuestas y ahora se alzan en libertad para reírse de sus heridas y luchar.

Unos versos para enmarcar: «No vengo a llorarte, vengo a lucharte. / Si sientes rabia en la sangre, saca tu sonrisa y levántate en armas. / Vamos juntas a la batalla / que el mundo sepa que este año vengo a sublevarme».

Las coplas. Como mujer y carnavalera tengo que dar las gracias a Pepa López y al grupo por esta comparsa, que no está escrita ni interpretada desde el llanto, sino desde la rebeldía y el canalleo. «Shhhhhhhhhh, ¿callaítas? / ¡Comienza la sublevación!».

Os confieso que, aunque desprenden buenrrollismo, me estoy emocionado al escucharlas y al escribir estas líneas. No sé si serán conscientes del techo que acaban de romper. Como lo rompiera ‘La era de acuario’. El problema es que, aunque hayamos avanzado desde aquel año 98, nos quedaba este Rubicón por cruzar, el que hoy cruzan estas sublevadas. «Sin miedo y sin tregua, / con pasión juntas marchamos. / Hoy el carnaval nos hace libres, nos alzamos».

Pepa, que ha dedicado tantos años de su vida a cubrir el concurso en prensa, sabe de sobra que el carnaval es un altavoz social. Por eso, estas sublevadas cantan en su primer pasodoble a la privatización de la sanidad pública («Presidente Bonilla, ¿usted qué hace? / Dar dinero a la privada. / Un desgobierno que nos quiere desangrar, / tienes la pública olvidada»; y en el segundo a los techos de cristal que han roto las mujeres cofrades, que, a diferencia de las carnavaleras, han sabido ganarse el respeto en un mundo de hombres («Hoy te canto que te admiro / y en mi letra yo te pido: / ¡Ay, vamos juntas, codo a codo, / por dos fiestas sin machismo! / ¡Tú con Dios y yo con Momo!». Una no puede hacer otra cosa que no sea aplaudir.

Cuplés al lío con la venta de las entradas y a la moda de incorporar mujeres en las comparsas punteras. Por si todavía no nos habíamos enterado, en el estribillo lo dejan claro: «No vengo a llorarte, vengo a lucharte».
El popurrí hay que escucharlo con calma. Dice taaaaanto.

«Aquí tienes mi tierra, mi copla y mi voz / y antes de que se baje el telón / quiero decirte que eres tú, Málaga mía, / mi gran función». Gracias, gracias, gracias. Desde luego que habéis roto cadenas.

Así acaba la quinta preliminar. Solo quedan dos. Ya se van oyendo los cuchillos

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