¿Alguna vez ha ido a un médico de la sanidad pública y ha notado falta de recursos, material o una predisposición negativa a solicitar pruebas complementarias o citas con especialistas? El complemento de rendimiento profesional que tienen los sanitarios puede estar detrás.
El llamado complemento de productividad está ligado a los objetivos en cuanto a recursos financieros, materiales o humanos que se proponen los hospitales, ya sea como unidad, servicio o incluso de forma individual a cada profesional. Es decir, hay límites en cuanto a la cantidad de material a utilizar, número de derivaciones a especialistas, pruebas complementarias y demás recursos necesarios en la actividad médica diaria. Y, además, estos “límites” en la atención sanitaria pueden variar dependiendo del hospital, de la comunidad autónoma y de la unidad en el que se realice.
¿Quién dispone estas metas colectivas e individuales? Según el Sindicato Médico de Málaga, el escenario teórico es uno en el que el jefe de cada unidad y los profesionales que la componen acuerdan los objetivos anuales. Rafael Maese, vocal del sindicato, afirma que “esto no ocurre así” y que los objetivos vienen impuestos, no se les somete a debate entre los sanitarios y deben ser acatados.
Asimismo, Maese concluye que las irregularidades en este complemento son continuas, ya que los objetivos individuales son repartidos por los jefes de unidad, que pueden decidir asignarle un objetivo irrealizable a un profesional mientras que a otro le asigne uno factible, para así “asegurar” el complemento salarial del último y privar al primero del plus en su nómina.
Otra de las quejas del Sindicato Médico malagueño va dirigida hacia la reducción progresiva de la cantidad del complemento salarial. “Poco a poco se ha ido reduciendo sin que se sepa bien a dónde va ese dinero”, ha explicado Maese, que comenta que “está presupuestado a nivel de Andalucía”.
Opacidad en el Complemento de Rendimiento Profesional
Maese, de igual forma, afirma que hay cierta opacidad en el reparto anual de objetivos. El complemento salarial se asigna dos veces al año, y no es hasta pasados más de 6 meses cuando los profesionales conocen los objetivos a los que atenerse. Por lo que percibir o no el primer complemento de productividad del año, para muchos, es aleatorio.
José Nicolás Espejo, FEA de Ginecología en el Hospital Materno-Infantil de Málaga, ha comentado a 101tv que este complemento compromete la actividad médica y la calidad del servicio, ya que limita los recursos de los que deberían disponer libremente. Asimismo, ha añadido que los pacientes pueden llegar a ver afectada su experiencia, ya sea porque no se le derive a un especialista con rapidez o no se le manden las pruebas complementarias pertinentes.
A pesar de la presión que pueda suponer la existencia de este complemento salarial ligado a la reducción de material y recursos, Espejo ha remarcado el fiel compromiso de los profesionales con sus pacientes. “No queremos condicionar nuestra consulta y asistencia al paciente por querer cobrar más”, aunque afirma que, como ocurre en todas las profesiones, cobrar más es un objetivo y aliciente para cualquiera “pero no a cualquier precio”.
