Llega una fecha marcada en rojo en el calendario de todos los españoles, el 22 de diciembre. Como cada año, el sorteo extraordinario de la Lotería Nacional de Navidad hace volar la imaginación de las personas más soñadoras que viven soñando hasta despiertas y creen que esta vez es la que se van a llevar una lluvia de miles de euros o, incluso, de millones si llevan varios décimos. Y con este aluvión de dinero empezar el primer pensamiento es el de «¿con este premio me dará para jubilarme?» o el de «¿lo invierto en un piso en una ciudad pujante como Málaga y me retiro a ver la vida pasar?». Dos alternativas de tantas.
A la pregunta, ¿se puede retirar una persona de la vida laboral si le toca el premio Gordo de la Lotería de Navidad? Hay tantas respuestas como casi 47 millones de españoles habitan este país. Depende de múltiples factores, entre ellos los más importantes son la edad de la persona afortunada y su nivel de vida: la derrochadora lo tendrá más difícil que la que cuida los gastos como la que tiene niños o familiares a su cargo o deudas pendientes que saldar.
Es por ello que, de aunque siempre se diga aquello de «a mí no me esperéis por el trabajo si me toca el Gordo» (este año además con el morbo doble de que el 23 sea lunes), lo cierto es que con la inflación, la carestía de la vida, la subida de los precios de los coches y los propios mercado inmobiliario y del alquiler disparados es cada vez más difícil pensar que con los 400.000 euros (menos el 20% en impuestos a Hacienda) en los que está valorado el Gordo o los 200.000 euros del segundo premio (menos el 20% de tasas a la Agencia Tributaria).
Para pensar en la retirada, en un jubilación anticipada habría que tener ya pagada o adelantada la hipoteca de la vivienda, no tener demasiadas ambiciones en lo referente al ocio y, además, contar con una cotización previa de vida laboral en la Seguridad Social relativamente acorde a la idea de prejubilarse con una década o varias y pensar en la vida cañón.
Comprar un piso en Málaga para alquilarlo
Normalmente, hace no tantos años, cuando se ganaba un premio de los principales de la Lotería de Navidad se pensaba en comprar propiedades inmobiliarias tales como pisos, casas adosadas, locales comerciales o cocheras, y probablemente arrendarlos para vivir con ese colchón fijo. Ya si sobraba dinero para caprichos gastarlo en un coche (cuyos precios también están muy elevados) para guardarlo en el flamante garaje o hasta puede que un viaje soñado.
Pero el enfoque que reina ya en las últimas ediciones de la Lotería es que tal y como está la vida en ciudades como Málaga, Torremolinos, Benalmádena, Fuengirola, Mijas o Marbella o cualquier zona de costa de la provincia no habría opción para grandes alharacas ni dispendios. Más o menos, con el dinero del Gordo o el segundo premio daría para un ático en el Centro de Málaga capital (casco histórico y barrios como El Perchel) de unos 80 metros cuadrados en el mejor de los casos.
Si el piso es en barrios como Huelin o Martiricos quizás, se podría pagar a tocateja un chalet adosado de unos 120 metros cuadrados. Según una búsqueda en uno de los principales portales inmobiliarias en la horquilla entre 200.000 euros y 400.000 euros (lo que va del segundo al primer premio, el Gordo) aparecen 1.702 casas en Málaga capital. Aunque claro ya habría que ver una a una si es factible comprarla, cuánto adelantar en todo caso, cuántas personas vivirían y si necesitaría reformas la vivienda.
