La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a seis años de prisión a dos patrones de una patera que volcó cuando trataba de evitar a una patrullera de la Guardia Civil, de manera que los 13 inmigrantes que transportaba cayeron al mar y dos de ellos se ahogaron porque no sabían nadar.
La sentencia, dictada en firme ante la conformidad de las partes, impone a los acusados cuatro años de prisión por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y dos años más por los homicidios imprudentes, apreciados en concurso ideal. Asimismo, deberán indemnizar con 120.000 euros a los herederos de los fallecidos, según consta en el fallo, consultado por Europa Press.
La patrullera ‘Río Jiloca’ del Servicio Marítimo de la Guardia Civil localizó la patera sobre las 0,15 horas de la madrugada del 1 de febrero del año pasado a una milla náutica al este del Castillo de Macenas, en Mojácar (Almería).
A pesar de que desde la misma se emitieron señales luminosas para que la patera se detuviese, los acusados hicieron «caso omiso» y continuaron la marcha con «peligrosas maniobras» que finalmente provocaron que la neumática volcara.
Todos los ocupantes de la embarcación cayeron al mar por lo que los agentes de la Guardia Civil procedieron a su rescaten inmediato, lanzando chalecos salvavidas y una red para que pudieran sujetarse. No obstante, dos de los inmigrantes, de 26 y 27 años, se hundieron porque no sabían nadar.
Ante dicha situación, varios agentes se lanzaron al agua para lograr rescatarlos, aunque cuando consiguieron subirlos a la patrullera ya habían fallecido, de manera que resultaron inútiles las maniobras de reanimación que les realizaron.
De este modo, se constató que el fallecimiento de ambos se produjo por asfixia por sumersión en agua de mar, constando como hora aproximada de las muertes las 0,30 horas del día 1 de febrero de 2023. La embarcación quedó a la semihundida y a la deriva en el lugar del rescate.
7.000 EUROS POR OCUPAR LA PATERA
La embarcación neumática era de unos cinco metros de eslora y transportaba a 13 personas de origen marroquí más a los dos acusados a bordo, de manera que habían partido desde las costas de Argelia tras desembolsar por el pasaje unos 7.000 euros cada uno.
La sentencia apunta que los acusados actuaron de común acuerdo para «enriquecerse de forma ilícita» mediante la introducción de forma irregular de personas en territorio europeo, de manera que uno de ellos se ocupó de la conducción de la patera mientras que el segundo realizaba labores de apoyo con los dispositivos de navegación y repostaje.
En este sentido, ambos dieron indicaciones a los immigrantes de cómo situarse en la patera, toda vez que le exigieron que pusieran sus móviles en modo avión y que no hicieran fotografías ni vídeos durante el trayecto. De igual modo, les advirtieron de que cuando fueran interceptados por las autoridades españolas, dijeran que «todos habían colaborado en la conducción de la embarcación».
La patera, que partió sobre las 19,00 horas del día 31 de enero de 2023, era de «pequeñas dimensiones» y «totalmente inadecuada para el número de inmigrantes que la ocupaban», así como para el transporte de personas en una travesía de ese tipo en la que además se cargó la patera con garrafas de combustible.
De la misma manera, carecía de las «mínimas condiciones de seguridad» y de iluminación –pese a realizar la navegación en horas nocturnas– o sistema de comunicación así como también de cualquier elemento que pudiera servir para prevenir contingencias. Los inmigrantes tampoco llevaban chalecos salvavidas.
La falta de seguridad en la navegación se vio agravada por las características concretas del tráfico en la zona por la que discurrió la embarcación durante el viaje, al ser utilizado por hasta 71 buques, y por el tiempo, con olas que habrían alcanzado hasta los 1,25 metros.