El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la sentencia que condenó a un hombre a tres años de prisión al ser sorprendido en un control policial en Benalmádena (Málaga) ocultando MDMA debajo del asiento del vehículo que conducía. Así, se desestima el recurso presentado por la defensa.
Los hechos sucedieron en octubre de 2019 en dicha localidad cuando los dos hombres se encontraban a bordo del automóvil Mercedes, conducido por el que ha resultado condenado y fueron obligados a pararse en un control policial rutinario, señalaba la sentencia de la Audiencia de Málaga.
En ese momento, uno de los agentes observó cómo el conductor, cuando el vehículo se encontraba en la zona de registro, ocultó una bolsa debajo del asiento del copiloto, que después se comprobó que tenía 60,10 gramos de MDMA, señala la resolución que ahora confirmada.
Por su pureza, dicha sustancia estaba valorada en 2.516,99 euros y la Sala considera en su resolución, ahora confirmada, que estaba «destinada a la venta al por menor a terceras personas por el referido acusado».
Además, se hallaron dentro de una bolsa 15.000 euros y en el cenicero del vehículo 450 euros, «ganancia o producto de la dedicación a dicha actividad del referido acusado». Además, se intervinieron cuatro teléfonos móviles.
Así, el Tribunal de Málaga condenó a uno de los hombres por un delito contra la salud pública de sustancias que causan un grave daño a la salud a la pena de tres años y un día de prisión y al pago de una multa de 2.516,99 euros.
Por contra, absolvió al otro acusado del mismo delito, al considerar que «desconocía las intenciones» de su compañero en cuanto al destino que le iba a dar a la droga.
La condena se basó en el hallazgo en su poder, bajo el asiento, de 60,10 gramos de MDMA, junto con 15.000 euros, y también «en la inconsistencia y falta de acreditación de la versión exculpatoria ofrecida por el mismo», de que el dueño del coche le advirtió de que había una bolsa con dinero, ignorando él que, además, tenía droga».
Tanto la Sala como el TSJA consideran «inconcebible que alguien ceda un vehículo de alta gama a un simple conocido», el acusado, que no tenía ningún dato del dueño más que el nombre; «confiándole además una importante suma de dinero sin ni siquiera explicarle su procedencia y el destino que debía darle».