La Asociación Manos Abiertas con Norte es una entidad sin ánimo de lucro, perteneciente a la Red de Obras Socioeducativas de La Salle, que trabaja en el ámbito de la intervención social en la barriada Polígono Norte. Esta asociación ha puesto en marcha una campaña de recogida de material escolar “principalmente, que es lo más necesitamos para el día a día de las actividades”, así lo ha explicado la coordinadora de la entidad ‘Manos Abiertas con Norte’, María Arce. “Este año tenemos pocos recursos para conseguir este material, así que aprovechamos esta serie de donativos para poder realizar el refuerzo educativo, las actividades de ocio, el tiempo libre y los talleres”.
Hay diferentes puntos de recogida del material escolar: en la sede de la Hermandad de la Resurrección, en algunos de los dos colegios de La Salle de la capital, tanto en La Purísima como en Felipe Benito o en la asociación de la propia sede de Manos Abiertas, que se encuentra en el Polígono Norte.
Esta entidad nació en el año 1995, este año cumple 30 años de vida, y nació con el objetivo de ofrecer a los niños y niñas del Polígono Norte alternativas “a lo que nos encontramos en la calle día a día”. “Trabajamos principalmente con programas socioeducativos en los que se ofrece a estos niños y niñas un espacio seguro, un entorno de salud y ocio donde puedan sentirse como en casa”, explica la coordinadora de la entidad.
«Espacio seguro»
Además, María Arce nos cuenta que la campaña de recogida de materiales viene, en parte, dada porque este año “hemos perdido dos subvenciones importantes”, esto repercute en la compra de estos materiales, “pero también en recursos humanos y en el día a día de la entidad”. Explicaba entonces que mantener el espacio y la sede de la asociación como un espacio seguro “cuesta dinero, hay que pagar el alquiler, los gastos, la luz…”. “Si no tenemos estos ingresos es más complicado sacarlo adelante”.
La pérdida de estas subvenciones ha supuesto también la pérdida del aula de convivencia que tiene la Asociación por las mañanas, que “ha cerrado las puertas después de 10 años de vida”. “Esto ha sido un palo importante para la entidad, para el barrio y para los centros educativos”, asegura María Arce. Se trata de un espacio en el que se atiende de lunes a viernes de 9.00 a 14.00 horas a los niños y niñas que son expulsados de los centros educativos y encuentran en el aula “un espacio para compartir, para crear, para convivir, y en el que realmente se refuerzan esos valores de convivencia que van a necesitar para después incorporarse a los centros”.
Más competencia
Desde 101 nos hemos puesto en contacto con el ayuntamiento de Sevilla, en concreto con la delegación de Derechos Sociales, para conocer la realidad de la pérdida de la subvención de Manos Abiertas, tal y como explicaba su coordinadora, María Arce. Ante esto, el consistorio explica que “de los seis proyectos presentados por esta asociación, cinco han sido rechazados y uno aprobado”. “Los proyectos de las entidades entran en un concurso público, es decir, se realizan en concurrencia competitiva”, por ello, explican que estos cinco proyectos presentados “no han obtenido la puntuación necesaria para tener la subvención”.
Desde el Ayuntamiento nos explican que “la documentación presentada por Manos Abiertas está correcta”, pero no han llegado a la puntuación. De hecho, uno de los motivos que explican que podría ser la consecuencia de la pérdida de estas subvenciones (que se conceden de forma anual) es “que se han presentado más entidades que otros años” para obtener las subvenciones.
Problemas de “limpieza”
Otra problemática que desde la asociación han querido destacar, es la falta de limpieza. “El barrio está en su mayor apogeo”, asegura la coordinadora, insistiendo en que “la pandemia del covid pegó fuerte en el barrio, y a raíz de ahí las problemáticas que se mantienen en la zona se han ido incrementando”. Además, ha puesto de ejemplo una problemática “de economía sumergida, lo que acarrea determinadas actitudes de violencia, conflictos…”. Por otro lado, “la higiene y la limpieza en el barrio están bastante regular de un tiempo para acá”, asegurando que las calles están “muy sucias”, algo que repercute “en el día a día de los vecinos y vecinas”.
“Es un barrio donde la mayoría de las familias son humildes y trabajadoras, que lo que quieren es estar en la calle con los niños disfrutando del día a día y eso no se puede hacer en un espacio en el que la calle está sucia y donde tenemos problemas de salubridad”, ha dejado claro la coordinadora de la Asociación ‘Manos Abiertas con Norte’.
