La calle Convalecientes guarda anécdotas de medianoche y bailes hasta el suelo. Si bien hace dos meses parecía que el local de la esquina, en el que tantas de estas historias han tenido cabida, dejaría de ser epicentro del ocio en el centro de Málaga, ahora la idea ya es otra. El renacimiento de la antigua Velvet ha llegado con la mirada puesta en romper esquemas y un nuevo concepto: Core Club.
Alejandro Alarcón, fundador de Fiebre, DJ y copropietario de CORE, junto a Antonio Mérida y Saúl Roldán, han trabajado para transformar este espacio cerrado de diciembre en un punto de encuentro para quienes buscan algo distinto. Ya lo hicieron en su momento con Fiebre, la fiesta fuera de etiquetas que pasó de ser una reunión entre amigos a llenar la Sala París 15 con artistas de la talla del internacional Rusowsky.
“Empezamos con Fiebre todos los jueves en febrero de 2019, programando sin pausa durante todo el año. Llegó el COVID y seguimos, y cuando se presentó la oportunidad de trabajar la antigua Velvet con un modelo más acorde a nuestros estilos musicales, lo tomamos”, explica Alarcón. La idea, según él, era clara: no confundir Core con Fiebre, sino que esta sala se convierta en la “casa madre” de la fiesta, pero manteniendo su independencia y personalidad propia.
![Fiesta de inauguración de Core Club. FIRMA: OLIVER LÓPEZ](https://files-101tv-londres.s3-accelerate.amazonaws.com/2025/02/coreinauguracion.webp)
La génesis de este proyecto se remonta a un empujón inesperado: “Juandi, dueño de Velvet, tenía la sala cerrada y nos unió para hacer algo especial todos los jueves. Así se creó una comunidad real, mucho más allá de una simple fiesta”, rememora. El entusiasmo de aquel primer impulso se ha mantenido vivo y ha evolucionado hasta dotar ahora a Core de una identidad renovada.
Mano a mano
“Hemos mejorado detalles de antes. Fiebre es el inicio de la semana y en Core queremos extender esa energía, trabajando ahora los jueves, viernes y sábados”, añade. La transformación del espacio no ha sido tarea sencilla. “Llevo un mes con las uñas llenas de pintura, durmiendo y comiendo poco, la hemos trabajado nosotros mismos y, aunque es un curro, la idea es clave para que Core refleje lo que queremos ofrecer: buena música, buen ambiente y libertad total”, confiesa Alarcón.
Antonio Mérida, copropietario, promotor, DJ y artista, subraya el carácter inclusivo del club, que al igual que Fiebre, siempre se ha caracterizado por ser una fiesta sin etiquetas. “Lo concebimos como un espacio en el que puedes ir vestido como quieras y disfrutar de música que, probablemente, no escuchas en ningún otro sitio, es un club sin restricciones, donde lo importante es sentirte tú mismo”, comenta.
Además, los creadores señalan que el nombre Core refleja perfectamente su misión: ser el núcleo de la ciudad, un punto de encuentro indispensable para quienes buscan romper con la rutina de la música de radio y la oferta convencional del centro, ya que la oferta de música alternativa no es tan amplia en el centro de la ciudad.
Cambio estético de la sala
Por su parte, Saúl Roldán, cofundador de Fiebre y copropietario de Core, comparte el entusiasmo del equipo y los primeros días: “Estamos encantados, la gente ha respondido muy bien, la inauguración fue una locura y se ha valorado mucho el cambio estético que necesitábamos, es una mejora que la sala pedía”.
![Neón de Fiebre Club en la sala de Core en la calle Convalecientes. FIRMA: ALBA TENZA](https://files-101tv-londres.s3-accelerate.amazonaws.com/2025/02/fiebreclub.webp)
Roldán también adelanta los planes a futuro para Core, donde no solo se mantendrá la esencia de Fiebre los jueves, sino que se ampliará la programación durante el fin de semana. “Vamos a rescatar conciertos de la antigua Velvet y a dar paso a nuevos conceptos: rock, punk, hip hop y electrónica; queremos que sea un espacio seguro, donde nadie te juzgue y simplemente puedas disfrutar”, afirma.
Con el sexto aniversario de Fiebre programado para el 27 de febrero, Core Club se lanza en una nueva etapa con una propuesta innovadora: en los jueves previos, la entrada será gratuita, una oferta inusual que invita a todo el que quiera a sumarse a este cambio de era.