El Grupo Municipal Ciudadanos del Ayuntamiento de Fuengirola ha defendido la necesidad de reducir el tipo impositivo que se aplica a la plusvalía municipal y de establecer una bonificación del 95% para evitar que este tributo se convierta en un impuesto a los negocios familiares en los casos en los que fallece el titular de un local. Ambas propuestas han sido registradas por la formación liberal en forma de enmiendas a la modificación de la Ordenanza Fiscal Reguladora del Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (IIVTNU) que debate mañana miércoles el Pleno del Consistorio de la ciudad costasoleña para adaptarse a la nueva normativa.
En Fuengirola la plusvalía se sitúa actualmente en un 25 % y Cs propone que el tipo impositivo se reduzca cuatro puntos, coincidiendo con el tramo medio por el que tributan en concepto de IRPF las ganancias patrimoniales por la venta de inmuebles. “Cuando alguien gana entre 6.000 y 50.000 euros por la venta de una casa, un local o un terreno paga un 21% de IRPF, el mismo porcentaje que el IVA general; por lo que parece coherente establecer la plusvalía en la misma escala”, ha expuesto el portavoz de la formación liberal, Javier Toro, recordando que “incluso alguien que obtiene la friolera de 200.000 euros de beneficio pague un IRPF inferior en dos puntos” a la plusvalía de Fuengirola.
Además, recordó que el Ayuntamiento de la ciudad costasoleña no tiene deuda y ha presentado unos superávits presupuestarios de 13,38 y de 17 millones de euros en los dos últimos ejercicios, por lo que se dan las condiciones financieras y de estabilidad presupuestaria necesarias para poder establecer una medida de estas características. De acuerdo con las plusvalías tramitadas hasta el 10 de mayo por el Ayuntamiento, la medida tendría un impacto inferior a los 550.000 euros este año, es decir, apenas un 3,23% del superávit presupuestario de 2021.
UN IMPUESTO A LA HERENCIA DEL NEGOCIO FAMILIAR
Igualmente, defendió establecer una bonificación hasta el tipo máximo permitido (un 95%) para las transmisiones mortis causa a descendientes, ascendientes, y cónyuges o parejas estables de locales vinculados a una actividad económica o profesional en los casos en los que se va a mantener la misma, ya sea porque se trata de un negocio familiar o porque uno de los herederos para a continuar con la actividad. De lo contrario, tal y como explicó Toro, “la plusvalía se convierte en un impuesto a la actividad económica, a la creación de riqueza y empleo, que es injusto y carece de sentido”.
“Las dos medidas son justas; coherentes con la imposición existente en tributos de naturaleza análoga, y con la necesidad de no penalizar la actividad económica; no ponen en peligro la estabilidad financiera de la institución; y son necesarias porque el dinero donde mejor está es en el bolsillo de los ciudadanos”, ha resumido el portavoz de la formación liberal en Fuengirola.
