El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Loja, en funciones de guardia, acordó el pasado sábado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de las tres personas detenidas en la operación que conllevó registros policiales en esta ciudad del Poniente de Granada la semana pasada contra la proliferación de armas de fuego.
Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) consultadas por Europa Press han indicado que a estas tres personas se las investiga por la presunta comisión de delitos de pertenencia a organización criminal, de tráfico de drogas que no causan un grave daño a la salud, y de tenencia, tráfico y depósito de armas.
Tras tomarles declaración y ordenar su ingreso en prisión, el juez de guardia acordó inhibirse en favor del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Loja, que será el competente para continuar la investigación, que por el momento permanece bajo secreto de sumario.
El pasado jueves, la Guardia Civil detalló que, junto con la detención de estas personas que empezaban a pasar a disposición judicial el sábado, se habían intervenido más de una decena de armas de fuego durante la operación. Sus efectivos desplazados desde Córdoba contaron con el apoyo de agentes de la Benemérita en Granada y de la Policía Nacional de Jaén.
En declaraciones a los periodistas, el alcalde de Loja, Joaquín Camacho, resaltaba en la mañana del jueves la importancia de este tipo de actuaciones policiales y que se realicen «de forma periódica» contra los actos delictivos que «al final» pueden perjudicar a la «convivencia cívica» del día a día de la ciudad.
Por su parte, el subdelegado del Gobierno en Granada, José Antonio Montilla, en un audio remitido a los medios al final de la jornada, indicó que la operación Topera Duty contra el tráfico de armas se había desarrollado en varias provincias, con registros que, además de los seis llevados a cabo en Loja, sumaron otros cuatro en la capital, y uno en Moraleda de Zafayona.
Galería subterránea de tiro
No descartaba nuevas detenciones, y se habían requisado 18 armas cortas y cinco largas, además de cajas de munición, dinero en efectivo, plantas de marihuana y otros efectos, habiéndose descubierto un zulo que se utilizaba como galería subterránea de tiro, indicaba Montilla.
El subdelegado señalaba que las Fuerzas de Seguridad del Estado, en su lucha «incesante» contra las organizaciones criminales, desarrollan operaciones que van contra desde el cultivo de marihuana al tráfico de armas o el blanqueo de capitales.