La violencia contra los profesionales sanitarios sigue en aumento en Málaga. En lo que va de año, se han registrado ya ocho agresiones a médicos en hospitales y centros de salud de la provincia, lo que supone el peor comienzo de año en este ámbito, según explican desde el Sindicato Médico de la provincia. La escalada de violencia ha llevado a los profesionales del sector a concentrarse esta mañana frente a la sede del Distrito Sanitario de la capital para exigir, una vez más, medidas de protección y denunciar la falta de seguridad en los centros.
El pasado viernes, dos médicos fueron víctimas de amenazas en el centro de salud de Alhaurín el Grande cuando un paciente exigió la prescripción de benzodiacepinas por la vía de urgencias, tal y como ha explicado la delegada responsable de riesgos laborales, Teresa Valle. Al negarse los facultativos a recetar estos fármacos fuera del procedimiento habitual, el individuo respondió con amenazas e insultos, una situación que ya el año pasado se repitió en reiteradas ocasiones.
Ese mismo día, en Miraflores de los Ángeles, un paciente se negó a abandonar la consulta tras ser informado de que no le correspondía el turno, dejando como consecuencia destrozos en el mobiliario, además de insultos al personal hasta que la Policía intervino. Valle ha denunciado así la falta de medidas por parte de la Administración. “Llevamos años luchando por la implantación del Plan contra las Agresiones del SAS, publicado en 2020, pero sigue sin aplicarse”, ha señalado.
Falta de seguridad
Además, ha destacado que muchos centros no cuentan con seguridad ni vías de escape, lo que deja a los sanitarios en una situación de vulnerabilidad. Por su parte, Enrique Vargas, gerente del Distrito Sanitario de Málaga, ha reconocido que las agresiones a sanitarios se han incrementado a nivel nacional y ha señalado que, aunque se están reforzando las zonas más conflictivas con seguridad privada, la clave está en la concienciación ciudadana.
El presidente del Colegio de Médicos de Málaga, Pedro Navarro, también ha estado presente en la concentración y ha insistido en la necesidad de endurecer las penas para los agresores y reforzar la educación ciudadana desde edades tempranas. “Hemos pasado de los aplausos del COVID a las agresiones, es fundamental recuperar la relación médico-paciente basada en la confianza”, ha declarado.
Medidas inmediatas
El Sindicato Médico de Málaga ha reiterado su exigencia de medidas inmediatas, como la contratación de vigilantes de seguridad y la instalación de cámaras en los centros de salud, además de campañas de concienciación para frenar la “espiral de violencia”. Los sanitarios advierten que, si no se toman medidas urgentes, la situación seguirá agravándose, poniendo en riesgo no solo su seguridad, sino también la calidad de la atención a los pacientes.
«Es una plaga a nivel nacional, se han incrementado las agresiones a sanitarios que no es solo a médicos, también a enfermeros y administrativos, hay que ir con una denuncia porque sin ella no podemos continuar con las medidas correctoras y por supuesto hay determinados sujetos que no quieren seguir con la denuncia por represalias», ha señalado Vargas, quien ha precisado que entre los perfiles de personas que cometen estas agresiones están los drogadictos o pacientes con patologías psiquiátricas, «aunque también hay cualquier tipo de persona que hace estas agresiones».
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