Saltó la bomba en el mundo del fútbol. Tal y como ha confirmado la Policía Nacional, el jugador y canterano del Sevilla, Kike Salas (renovado recientemente hasta 2029) , ha sido detenido este martes por forzar, supuestamente, una serie de tarjeras amarillas para apuestas ilegales. El jugador acababa de asentarse en el primer equipo, convirtiéndose desde esta temporada en futbolista del primer plantel a todos los efectos tras estar cedido en el Tenerfie.
Un juzgado de Morón de la Frontera (Sevilla) investiga al futbolista por un presunto delito de estafa, según ha adelantado El Confidencial. Además de Kike Salas, han sido arrestados dos amigos del defensa del Sevilla, según revelan distintas fuentes. La investigación indaga en presuntas apuestas ilegales por las que el jugador habría forzado tarjetas amarillas en encuentros oficiales de La Liga en connivencia con personas de su entorno.
El escándalo se ha conocido durante el mediodía de este martes, curiosamente, cuando el Sevilla presentaba a uno de sus nuevos fichajes, Rubén Vargas. Por el momento, el club hispalense no se ha pronunciado al respecto. Sin ir más lejos, desde el club no tenían constancia de nada de lo sucedido, produciendo cierta incredibilidad entre los presentes por la noticia que salpicaba al conjunto sevillista. Por el momento, el jugador sigue detenido y deberá prestar declaración en las próximas horas.
Las noticias de este calado nunca llegan en buen momento, aunque para el Sevilla no es más que una nueva piedra en su camino. Como es evidente, este hecho se coloca como uno de los más graves de su actualidad, aunque los escándalos que se han producido en la institución en los últimos meses no hacen más que acrecentar la crisis institucional del club hispalense.
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