No a cualquiera se le da la condición de ciudadano de honor de Estados Unidos. Una nación moderna, de anteayer como aquel que dice, pero que por su hegemonía en los últimos siglos marca el paso del mundo. Hay ocho personas que forman parte de tan selecto club. Y uno de los ‘ocho magníficos’ nació en Málaga, en el pequeño pueblo de Macharaviaya en la Axarquía. Se trata de Bernardo de Gálvez (1746-1786), héroe de la batalla de Pensacola (Florida) y figura relevante en la creación posterior de los Estados Unidos de América a través de su importancia en la guerra de la Independencia como gobernador de Luisiana.
Este 16 de diciembre se cumplen diez años de su nacionalidad honorífica por parte del entonces presidente Barack Obama y, además, su retrato lleva ya una década colgado del Capitolio de Washington. Hace una década que Estados Unidos le dio al macharatungo el reconocimiento histórico que merecía este mariscal de campo y héroe militar que forma parte de los ocho ciudadanos honorarios no nacionales de allí junto a Winston Churchill, Raoul Wallenberg, William Penn y Hanna Calowill Penn, Teresa de Calcuta, el General La Fayette y Kazimierz Pulaski.
Estados Unidos bautizará una futura fragata con el nombre del militar español Bernardo de Gálvez
En diciembre de 2014 hubo varios momentos decisivos en la reposición histórico de Bernardo de Gálvez. En las últimas décadas ha habido un movimiento para recuperar su historia y darle el trato que se merece. Si bien, es verdad que en 1976 el Rey Juan Carlos I inauguró en la capital estadounidense una estatua suya. Asimismo, hay vestigios del malagueño en nombres como la Bahía o el Condado de Galveston, hay una localidad cerca de Nueva Orleans con su apellido y su retrato se encuentra en algunos puntos diseminados de la geografía norteamericana.
Pero USA (los ‘United States of America) han saldado sus deudas con el militar y político gracias al impulso del trabajo hecho por historiadores, asociaciones y periodistas malagueños. En 2008 se creó la Asociación Cultural Bernardo de Gálvez para estrechar lazos. Se fueron, a partir de entonces, revelando documentos y poniendo en contexto la figura de quien fuera virrey de Nueva España. Entre otras cosas, se llegó a la conclusión de que en 1783 hubo un retrato suyo colgado del Congreso norteamericano.
El senador estadounidense sería una figura clave para que el retrato del malagueño volviera al Capitolio. Para tal trabajo se pidió una copia al pintor malagueño Carlos Monserrate y Elías Bendodo (entonces presidente de la Diputación de Málaga) se encargó de trasladar este cuadro que el 9 de diciembre de 2014 volvía a estar en el ‘salón de la fama’ política de EEUU. Días antes, el 4 de diciembre ya se había acordado en el Congreso la distinción como ciudadano horario.
Por fin, el 16 de diciembre de hace diez años llegaba tal distinción. El Gobierno de España celebraba entonces así este logro histórico: «Esta distinción sólo se ha concedido hasta la fecha a siete personas, desde la primera otorgada en 1963 a quien fuera primer ministro del Reino Unido durante la segunda guerra mundial, Winston Churchill. La decisión del Congreso en honor de Bernardo de Gálvez pone de manifiesto los estrechos vínculos históricos que unen nuestros dos países», destacaba el Ejecutivo en un comunicado en el que se ponía de manifiesto que Bernardo de Gálvez y Madrid, conde de Gálvez, natural de Macharaviaya, era el último en recibir tal condecoración.
La culminación a una brillante carrera militar. Dicha ceremonia hace justo ahora diez años venía a cumplir, 231 años después, con dicha deuda. Desde Málaga, historiadores, periodistas y asociaciones siguen trabajando en este vínculo que atraviesa los siglos y los continentes. En este sentido, la Fundación Consejo de España-EEUU ha creado un galardón Bernardo de Gálvez y también desde el Hispanic Council se reconoce con este nombre propio a los mejores trabajos que cuentan la historia común entre ambos países, dos naciones históricas que en distinto momento han sido el principal Imperio del mundo.