Esta chirigota supera el corte de preliminares. Iván Romero, Antonio Rivas y Fernando Carmonas ponen la letra para esta agrupación. La música es de José Martínez y la dirección, de Juan Carlos Saucedo.
¡Dios mío qué tarde! y, además, de verdad. Cuando pasan veinte minutos de las dos de la mañana, llegan estos padres ajetreados con sus niños. En la presentación, van nombrando todas las actividades extraescolares a las que llevan a sus hijos.
El primer pasodoble denuncia la conducta de los padres en los partidos de fútbol de sus hijos. Critican que los padres se pongan violentos mientras los niños lo único que quieren es disfrutar. «Lo paso tan malamente que para el domingo siguiente me quedo en casa», eso le dice el niño a su padre para evitar que se enfade.
Para el segundo pasodoble, hace una aparición Iván Romero que le explica a su mujer de que no le da tiempo a llevar al niño a tantas extraescolares. Los componentes dejan a un lado a los niños porque supuestamente están con las madres ya que se han divorciado.
El tema del pasodoble es justo ese: el papel de los niños cuando los padres se separan. La chirigota reivindica que los hijos no deben nunca de estar en medio de los dos padres. Estos padres muestran cariño a su ex mujer porque al final es la persona con la que ha pasado mucho tiempo y que le ha regalado uno de las mayores alegrías de su vida: su hijo.
Antes de los cuplés, vuelve a salir Iván Romero y se dirige directamente a las clínicas anunciantes del Carnaval. El primero comenta con mucho humor unas clases de sexualidad que le dan a los niños en el colegio. En el segundo cuplé, estos padres cuentan que una vez fue con su hijo a su sexshop y tuvieron que comprarle algo porque se puso pesado. En el estribillo, los padres intentan responder a una pregunta incómoda del niño, pero acaban diciendo: «me cago en los muertos del niño».
El popurrí cuenta el recorrido que hacen estos padres durante la semana para llevar a sus hijos a las extraescolares. También se tratan otros temas como el contenido de los bocadillos de los niños, las tutorías con los profesores, las clases de catequesis y las cartulinas de última hora.
Para terminar con la sesión de hoy, estos padres se despiden del público del Falla.