Con toda España con la mirada puesta en la DANA que arrasó municipios de Valencia y en la alerta roja por lluvias de Málaga, del otro lado del Atlántico llega uno de los bombazos informativos de este 2024: el polémico magnate Elon Musk estará en el Gobierno de Donald Trump en los Estados Unidos.
El empresario que adquirió Twitter para renombrar la red social como X controlará el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, según sus siglas en inglés) junto al también empresario Vivek Ramaswany. Musk, el hombre más rico del mundo, ha asegurado que hará temblar Estados Unidos tras su designación.
En teoría, Trump ha creado un área específica para controlar el supuesto despilfarro gubernamental. El también dueño de los coches Tesla se ocupará, por tanto, de este departamento novedoso en la ‘Administración Trump’ como presidente número 47 de los Estados Unidos de América. Su segundo mandato, aunque no consecutivo.
En un comunicado, Donald Trump anunció en la noche estadounidense (ya madrugada española) este fichaje que dará que hablar. Enmarcado dentro del movimiento ‘Save America’ del presidente republicano busca remover aún más los cimientos de la sociedad y los servicios públicos de la potencia norteamericana.
El principal objetivo de este recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental es desmantelar la burocracia. Una contraofensiva al Estado de Derecho y al stablishment contra el que siempre puja Donald Trump. Sin duda dará que hablar esta integración de Musk en el engranaje trumpista durante el mandato 2024-2028.
Las ocurrencias del poderoso Musk no pasan desapercibidas. A sus éxitos empresariales con la marca de coches Tesla o su campaña de renovación de Twitter con X, se unen aventuras conocidas en todo el mundo como sus tentativas de los viajes a Marte o su proyecto inminente de vehículos robotizados o de máquinas que imiten la condición humana.
Activists en sus propias redes de Trump y gran apoyo económico y de imagen para sus campañas, ahora Mismo ha decido dar el paso de enrolarse en el banco del presidente electo. El DOGE será un experimento gubernamental y ‘antigubernamental’ que acaparará mucha atención. El ‘romance’ entre el político y el empresario será uno de los platos de esta nueva era para Estados Unidos, plagada de incertidumbres.