La Seguridad Social ha abonado ya el pago de julio a los pensionistas, un total de 9,95 millones de prestaciones que han costado 10.845,9 millones de euros al sistema. La nómina de las pensiones no deja de crecer y marca un récord histórico cada mes como consecuencia del envejecimiento de la población, pero también del coste de las nuevas pensiones, que son cada vez más generosas.
Según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, el número de pensiones que superan los 2.000 euros al mes ascendió en junio (últimos datos disponibles) a 1,27 millones, un 13,7% más que el año pasado y siete veces más que en 2007, antes del estallido de la crisis económica.
La mayoría, más del 93% del total, corresponden a pensiones de jubilación, donde las que superan 2.000 euros representan el 19% del total del colectivo. Es decir, que casi dos de cada 10 son dosmileuristas.
CRECIMIENTO EXPONENCIAL
En los años de la burbuja, menos del 4% de las pensiones superaban los 2.000 euros, ahora son el 12,8% del total. El crecimiento ha sido exponencial. Antes de que estallara la crisis, en el verano de 2006, estas pensiones apenas llegaban a las 146.000 y en solo tres años se duplicaron. Los ritmos de crecimiento anual llegaron a ser del 30%, aunque este porcentaje ha ido bajando, no porque el crecimiento sea más lento, sino porque la base es mayor. De hecho, en el último año, las pensiones de más de 2.000 euros han aumentado en 153.256, el doble que el ejercicio anterior.
El crecimiento de las pensiones altas contrasta además con la caída de las inferiores a 2.000 euros. En junio se abonaron 8,6 millones de prestaciones por debajo de este umbral, casi 72.000 menos que hace un año.
UNA DEUDA DE 100.000 MILLONES
La presión no afloja sobre las cuentas de la Seguridad Social, cuya deuda se encuentra en máximos históricos al rozar los 100.000 millones de euros, como consecuencia de los préstamos concedidos por el Estado para financiar una parte significativa de su desequilibrio presupuestario, tras agotar los recursos del Fondo de Reserva, la conocida como ‘hucha de las pensiones’, durante los Gobiernos de Mariano Rajoy.
Este año volverá a haber déficit, aunque ya por debajo del 0,5% según las estimaciones del Gobierno, a pesar del fuerte crecimiento del empleo y del récord histórico de cotizantes.
DEVALUACIONES SALARIALES
En el agujero de la Seguridad Social ha tenido mucho que ver la política de devaluación salarial que se aplicó para hacer más competitiva a la economía española tras el golpe de la crisis económica. En términos nominales, sin tener en cuenta la inflación, el salario medio en España ha crecido un 22% desde el estallido de la burbuja inmobiliaria. Mientras, la pensión media de jubilación se ha disparado un 55,5% en este mismo periodo.
La brecha se ampliará este año si finalmente el Gobierno decide revalorizar las pensiones de acuerdo con el IPC -que tocó el 10,2% en junio, la cifra más alta en 37 años-, mientras que los salarios seguirán perdiendo poder adquisitivo. De hecho, el aumento de retribuciones por convenio sube de media un 2,45% hasta junio.
GRANDES DIFERENCIAS ENTRE PENSIONISTAS
Aunque se suele hablar de los pensionistas como un único colectivo que forman 9 millones de personas, hay grandes diferencias entre ellos. Más de la mitad (4,7 millones) cobra menos de 1.000 euros mensuales, sobre todo mujeres. En el caso de las prestaciones más altas ocurre lo contrario: 1 millón de hombres por 384.000 mujeres. Además, hay un millón más de pensiones que pensionistas por lo que cientos de miles reciben dos nóminas compatibles, por ejemplo, una pensión contributiva y otra de viudedad.
Ahora, el Gobierno tiene previsto incrementar las bases máximas de cotización que pagan empresarios y trabajadores a la Seguridad Social y, en consecuencia, se subirán las pensiones máximas, actualmente fijadas en 2.819,18 euros mensuales.
Son dos medidas, que se implementarán a lo largo de los próximos 30 años, que el Ejecutivo prometió a la Comisión Europea en el Plan de Recuperación, enviado a Bruselas el año pasado, donde se detallan las reformas que se pondrán en marcha a cambio de fondos europeos.