La situación del Dólmenes Antequera no es nada cómoda ni sencilla. Carga con el peso de haber perdido 10 encuentros de Liga en División de Honor Plata y de verse en el último puesto de la tabla al haber ganado solo un choque y empatado otro para unos escasos 3 puntos. Esta temporada, 2024/2025, se complica el objetivo del club de cerrar con solvencia la permanencia en la categoría como había venido haciendo estos últimos años. Las soluciones no están apareciendo y hace que sea muy difícil de aceptar, semana tras semana, que el trabajo en los entrenamientos no da sus frutos en los partidos.
El último traspié se produjo en el Argüelles contra Balonmano Proin Sevilla (23-29). No fue suficiente impulso para romper la mala dinámica de resultados ni un Pabellón con buen ambiente ni el apoyo de todos integrantes de los equipos de la cantera, ya que en el descanso se presentaron de forma oficial. Este conjunto andaluz también estaba abajo en la clasificación y al ganar se le marcha a una distancia considerable de seis puntos, aunque a Lanzarote y Zarautz los mantiene controlados a tres.
La necesidad de ganar se acrecienta en el vestuario antequerano y no lo va a tener nada fácil en la 13ª jornada. Le un duro desplazamiento a Santander para medirse el sábado 7 de diciembre, a las 18:00 horas, a Sinfin, un conjunto de muchísimo potencial que está 2ª con 18 puntos y, bajo las órdenes de un ilustre del balonmano nacional como Rubén Garabaya, se ha marcado el reto de regresar a la Liga ASOBAL.