El Ayuntamiento de Málaga, por medio de la empresa municipal de aguas, Emasa, ha acometido una rehabilitación integral del depósito de agua potable de Olletas Bajo. Una infraestructura vital para la ciudad de Málaga con capacidad para abastecer a unos 30.000 habitantes y en cuyas obras se ha invertido más de dos millones de euros.
El alcalde de Málaga, Francisco de Torre, junto a la concejala de Sostenibilidad Medioambiental, Gemma del Corral, ha visitado e las instalaciones de esta infraestructura de Emasa ubicada en el Camino de Colmenar, en cuyo recinto se ubica el depósito. Durante la visita han podido recorrer el interior del vaso de esta singular estructura construida en torno a 1930.
El proyecto se inició en el año 2019 con la rehabilitación de la cámara de llaves y la galería de salida del depósito. Se trata de una instalación que contiene las válvulas de operación y la conducción principal de salida del depósito, y discurre a través de una galería entre el depósito y la Plaza de Olletas.
Los trabajos han consistido en la sustitución de toda la calderería de la cámara, así como de la conducción de salida. La sustitución de estos elementos por conducciones en acero inoxidable y fundición dúctil además de alargar la vida de la instalación, que ya había llegado a su fin, ha mejorado su fiabilidad.
A finales del año 2020 se acomete la rehabilitación del depósito en sí, dividiendo los trabajos a realizar en dos fases de acuerdo con los dos vasos que componen el depósito. La actuación en este depósito, al ser una infraestructura vital para el abastecimiento de agua a la ciudad de Málaga, se programa en dos fases teniendo en cuenta los meses de menor consumo y priorizando la prestación del servicio sin incidencias, y es por ello que se han prolongado dos años (un año por vaso).
Las obras que ahora finalizan y que comenzaron en octubre del 2021 corresponden a la segunda fase y se han centrado en la reparación del segundo vaso. En ambos vasos las tareas realizadas han consistido en el saneado y limpieza del hormigón deteriorado; la protección o sustitución de las armaduras descubiertas; la aplicación de morteros para recuperación de las geometrías originales; y la conservación de la estructura mediante un revestimiento inhibidor de la corrosión y otro de impermeabilización.
La rehabilitación integral para alargar la vida útil de esta infraestructura ha supuesto una inversión municipal de 2.125.000 euros, que además incluyen actuaciones de mejora en las instalaciones auxiliares del depósito como la construcción de nuevas escaleras de acceso al vaso y la instalación de extractores de ventilación, y la retirada de la capa de tierra vegetal que cubre la superficie del depósito.
Dicha capa se está sustituyendo por un aislamiento térmico y una membrana impermeabilizante, que mejorará la evacuación de las escorrentías y que, junto con la impermeabilización, reducirá el riesgo de filtraciones. Esta última actuación ha permitido mostrar la peculiar arquitectura de esta instalación. Una vez finalizada la impermeabilización, se procederá a limpiar y desinfectar el depósito para poder iniciar su llenado.
EL DEPÓSITO Y EL ABASTECIMIENTO
El depósito de Olletas Bajo es el segundo mayor de la capital con una capacidad de almacenamiento de 45.000 metros cúbicos. Su red de abastecimiento da servicio aproximadamente a unos 30.000 habitantes, el 6% del total de la población de la ciudad. La longitud total de la red es aproximadamente de 82 kilómetros y está formada por conducciones con diámetros comprendidos entre los 80 y 800 milímetros.
Han detallado desde el Ayuntamiento que fue concebido inicialmente para dar servicio a la margen este del río Guadalmedina, pero con el paso del tiempo, el crecimiento de la ciudad, la construcción de nuevos depósitos de distribución y regulación, y la puesta en funcionamiento de la entonces potabilizadora del Atabal, el depósito de Olletas deja de ser referente de suministro en la margen izquierda del Guadalmedina y restringe su cobertura a la zona actual.
Así, actualmente, la red del depósito de Olletas Bajo forma parte de la malla baja de la zona Centro y Este de la ciudad, que a su vez distribuye el agua potable a cuatro grandes arterias en la Plaza de Olletas. Estas cuatro redes abastecen a los barrios de la Cruz del Molinillo, Segalerva, La Goleta, Centro Histórico, Ensanche Centro, La Malagueta y Lagunillas.
A este depósito llegaban las aguas del Canal Bores Romero, que se construyó en a principios del siglo XX como alternativa a la traída de aguas a Málaga desde las fuentes de Torremolinos. Este canal se mantuvo en servicio los años 70, prácticamente hasta cuando se opta como fuente de suministro los embalses del Guadalhorce, y se construye la ETAP de El Atabal. Con motivo de estas obras se reconfigura el funcionamiento del canal, dejando sin servicio algunos tramos, pero manteniéndose actualmente en funcionamiento, tras diversas modificaciones y reconstrucciones, parte de su trazado.
AGUA
Por otro lado, coincidiendo con el Día Mundial del Agua, De la Torre ha hecho un llamamiento para que «todos» seamos responsables en cuanto al consumo del agua.
Ha señalado, por otro lado, que algunas empresas en algunas ciudades han subido tarifas para «animar a la reducción de consumo para hacer frente a la sequía». Al respecto, ha afirmado que «nosotros no lo hemos llegado a plantear por respeto a la economía de los ciudadanos, pero si eso fuera una fórmula que ayudara a esa reacción, conducta de consumir menos, lo pensaremos, pero, ahora mismo, lo que se trata es que sin necesidad de ello seamos responsables».
«Cerremos el grifo cuando el grifo no tiene que estar abierto, abramos el grifo justo el tiempo necesario, consumamos el agua necesaria para que dure mucho tiempo», ha dicho. Ha señalado, además, que con las últimas lluvias el agua en los embalses ha subido «un poco» pero «es una cantidad pequeña». «Espero que las lluvias de estos días continúen y mejoren aun la situación de las reservas».
Por último, ha incidido en que «el agua es un recurso escaso siempre comparado con las necesidades y siempre hay que administrarlo con sentido de la inteligencia, de la sostenibilidad», ha concluido.
