El apagón ha dejado imágenes inusuales e insólitas en Sevilla. Una de ellas tuvo lugar en plena Puerta de Carmona. Allí, la barbería del mismo nombre, tuvo que sacar su negocio a la calle, como antaño cuando hacía calor y los barberos salían a la fresca para rasurar.
Mario, el barbero, se percató que el apagón iba para largo y, ni corto ni perezoso, cambió la ubicación delo pelado. «Estábamos trabajando pero con la poca luz que había, a pesar de ser mediodía, no podía continuar, así que sacamos el sillón hacia fuera», comenta Mario, quien afirma que «con la luz del día fue mucho mejor y como las maquinillas tenían batería suficiente, pude estar pelando en el horario normal».
Horario normal
Tan normal fue todo que incluso sacaron el sillón de espera a la propia calle y allí estuvo trabajando hasta las 18.30 horas. «Atendimos a unas quince personas. Solo un cliente con reserva no vino, pero es que, además, al vernos en la calle, hubo alguno que aprovechó para acercarse y preguntar si podía pelarse y se peló. Fue una revolución en la calle», indica Mario.
No todos los comercios tuvieron la misma suerte que Mario. La panadería pudo ir vendiendo el pan, aunque no pudo reponer, y la peluquería de señoras cercana tuvo que cerrar, ya que usa más elementos conectados a la electricidad como las secadoras.
La idea ha encantado a Mario quien no descarta repetir la experiencia. «Igual lo hacemos otro día, sacamos de nuevo los sillones a la calle y preparamos unas cervezas para los que esperan, o si alguno quiere específicamente pelarse en la calle, lo hacemos y le cobramos un extra por terraza», comentaba en tono jocoso este barbero de Sevilla, en la calle Luis Montoto.
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