El cuarteto Los vigilantes de la laja llega desde la modalidad de juveniles. Manuel Peinado y Francisco Joshua Peinado han escrito la letra. Alejandro Ronquete se ha encargado de la música.
Se presenta este cuarteto en las tablas del Gran Teatro Falla. Un componente vestido de socorrista se presenta y explica que está haciendo una selección para elegir el próximo socorrista de la playa. Primero, habla un personaje con discapacidad, después un culturista y, por último, un hipocondriaco. Este último explica su mala suerte con chistes y el resto intenta calmarlo.
Más tarde, se presenta otro personaje: un vendedor de refrescos de la playa. A lo largo de la parodia, se hacen chistes con diferentes situaciones que han vivido los personajes. El jefe termina poniendo al vendedor como el encargado de la megafonía de la playa.
Desde la megafonía, anuncian los cuplés. «Somos cantera, vente con nosotros» así se presentan estos cuarteteros. El primero comenta con humor la autoría del propio cuarteto. El segundo hace un chiste con los polémicos casos de abusos sexuales en la Iglesia. «A Cádiz no hay quién la salve» es el final del estribillo.
En el tema libre, se critica los autobuses llenos de turistas que vienen con el objetivo de beber en el Carnaval de Cádiz. Los aspirantes a socorristas, hacen su primer salvamento en el agua y sacan a un figurante para representar al ahogado que termina siendo José María González ‘Kichi’. Tras un par de chistes, este grupo de socorristas acaba salvando al alcalde. El culturista avisa a un amigo para que se presente al proceso de selección: Rocky Barbacoa.
Para el final, rinden homenaje a los romanceros gaditanos con el cartel de Eva Aza, la mujer asesinada por su ex pareja en el Puerto de Santa María. Se despiden con una cuarteta más emotiva y que explica que su objetivo es salvar a la modalidad del cuarteto.
Un aplauso pone un punto y final a esta actuación que ha robado muchas carcajadas al público.