El Dólmenes Antequera volvió a demostrar que está capacitado para competir con cualquier rival de la categoría de plata. Si quiere lograr el objetivo de la permanencia, tiene que salir a ganar sea en una pista de un candidato al ascenso o de otro que lucha por mantener su puesto en la competición. En Burgos supo mantenerse dentro del encuentro y logró estar por delante tanto en la primera como en la segunda parte, pero no gestionó bien los últimos instantes y se quedó sin opciones de marcharse con algún punto (33-29).
El partido, en el Polideportivo El Plantío, arrancó con una sensacional actuación de Fernando Torres en portería. Acumuló seis paradas en los primeros minutos y mantuvo al conjunto verde en el intercambio de golpes. El cuadro anfitrión se entonó, poco a poco, y supo aprovechar algunas pérdidas, errores y exclusiones para colocarse con dos, tres y hasta cuatro tantos de ventaja. Cristóbal Ortega y Nacho del Castillo fueron dos de los principales receptores en ataque porque estuvieron muy acertados, especialmente, el último que fue letal con sus lanzamientos desde el extremo y de 7 metros.
A la formación antequerana le tocó reponerse de un 16-12 al descanso, pero no bajó los brazos en la segunda mitad y continuó haciendo bien las cosas tanto en defensa como en ataque para no salirse del choque. Fernando Torres volvió a colaborar con sus paradas y, con el paso de los minutos, la desventaja se redujo, logró igualar el electrónico y se colocó por delante. Burgos reaccionó otra vez, como lo hizo en la primera parte, y fue capaz de jugar mejor el tramo decisivo y, sobre todo, con más acierto. Ariño falló un lanzamiento y perdió un balón y Jacob Díaz tampoco tuvo fortuna en las últimas ofensivas, por lo que los dos puntos se quedaron en tierras castellano leonesas (33-29).