Los rojiblancos suman sus primeros tres puntos en casa tras ganar 1-0 a un rival que jugó con un jugador menos desde el minuto 38
El derbi andaluz entre el Granada y el Córdoba en el Estadio Nuevo Los Cármenes fue mucho más que un simple partido de Segunda División. La tarde comenzó con los sones de la Banda de Cornetas y Tambores del Gran Poder de Granada, un preámbulo que elevó la emoción de una grada que vibraba con la vuelta de la animación local. Los aficionados del Córdoba, lejos de amedrentarse, plantaron cara desde las gradas, y sobre el césped, sus jugadores hicieron lo propio desde el primer minuto.
Una primera parte tensa e igualada
El Granada llegaba mermado, sin tres de sus figuras clave: Uzuni, Tsitaishvili y Hongla. Pese a ello, Fran Escribá confió en un esquema 4-4-2 para controlar el encuentro, frente al 4-3-3 del Córdoba, que se mostraba valiente y decidido a incomodar a los locales desde el arranque. Los primeros minutos fueron del Córdoba, que manejaba el balón y buscaba con insistencia a Calderón por la izquierda. Sin embargo, la primera gran ocasión fue para el Granada. En el minuto 7, Boyé cabeceó un centro peligroso, pero el portero cordobés Carlos Marín sacó una mano milagrosa que evitó el 1-0.
A partir de ahí, el Granada empezó a crecer en el partido, con Gonzalo Villar y Józwiak como ejes del ataque nazarí. A medida que el Córdoba perdía frescura, los locales se hacían más peligrosos. La tensión propia de un derbi se sintió claramente en el minuto 35, cuando Isma Ruiz vio la tarjeta amarilla por una entrada dura. Pero fue en el minuto 38 cuando el partido dio un giro inesperado. Theo Zidane, en una acción desafortunada, levantó la pierna a la altura de la cabeza de Brau y vio la tarjeta roja directa. El Córdoba se quedaba con 10 jugadores, y el panorama cambiaba completamente.
Con la expulsión de Theo Zidane, el Granada aprovechó para aumentar la presión, pero no logró romper el empate antes del descanso, aunque Weissman y Corbeanu estuvieron cerca de inaugurar el marcador.
El Granada fue superior en la segunda parte
La segunda parte fue un auténtico monólogo del Granada. El equipo de Escribá, con la superioridad numérica, se lanzó al ataque desde el minuto 50, pero le faltaba acierto en los metros finales. Boyé, Ricard y Corbeanu tuvieron varias oportunidades, pero el gol no llegaba. La mejor ocasión de Boyé llegó en el minuto 66, cuando remató solo un centro, pero su disparo se fue rozando el palo. Parecía que el Granada estaba destinado a otra tarde frustrante.
A pesar de estar en inferioridad numérica, el Córdoba no se rindió y en el minuto 71 casi da la sorpresa. Obolskii remató dentro del área tras una buena jugada, pero Mariño, atento bajo palos, realizó una parada salvadora que mantuvo el empate.
El reloj avanzaba y el Granada no encontraba el gol. Todo apuntaba a un empate amargo, pero en el tiempo de descuento, cuando los nervios ya se apoderaban de Los Cármenes, Manu Trigueros apareció para asistir a Siren Diao, quien no perdonó y puso el 1-0 con un remate certero. La grada estalló en júbilo después de un partido de constantes frustraciones. El gol, a falta de cinco minutos de tiempo añadido, fue un auténtico alivio para los locales.
Valoración de Fran Escribá
Con el pitido final, el Granada selló su primera victoria en casa, sumando tres puntos importantes que lo colocan con 13 en la clasificación. Fran Escribá, en rueda de prensa, se mostró satisfecho pero autocrítico, reconociendo que aún hay mucho por mejorar. “Ganar siempre ayuda, sobre todo desde la victoria se trabaja mejor. Aunque hoy nos ha costado más de lo que queríamos, la afición ha sido clave. Esa conexión nos llevará lejos”, aseguró el técnico.
El Córdoba, por su parte, salió del Nuevo Los Cármenes sin puntos, pero con la sensación de haber peleado hasta el final, incluso con un hombre menos durante gran parte del encuentro. El derbi fue para el Granada, que cerró la tarde con el sonido de los tambores y las cornetas aún resonando en el ambiente, y con la convicción de que estos tres puntos pueden ser el comienzo de algo grande.