Los de Pellicer vivieron la cruz de este deporte en el último minuto del partido. El Málaga ganaba al Almería desde el 12’ con un gol de Dioni, demostrando su superioridad sobre el verde. Los locales dispusieron de varias ocasiones para aumentar su renta, pero la suerte no les acompañó. Víctor García, en un despeje sencillo, regaló un córner en el último instante que desencadenó en el gol del empate. Édgar introdujo el esférico en las mallas y los de La Rosaleda pierden dos puntos que tenían prácticamente ganados.
Ficha técnica:
Málaga CF (1): Alfonso Herrero; Carlos Puga, Nélson Monte, Pastor, Víctor García; Luismi, Manu Molina; David Larrubia (Ochoa 77′), Lobete, Kevin Medina (Antoñito Cordero 63’); Dioni Villalba (Castel 77′).
UD Almería(0): Fernando; Marc Pubill, Edgar, Chumi, Bruno Langa (Centelles 60’): Gui (Gonzalo Melero 15’), Lopy; Nico Melamed (Baptistao 60’) , Sergio Arribas, Arnau (Álex Pozo 70’); Luis Suárez.
Goles: 1-0 (Fernando p.p., 12’); 1-1 (Pastor p.p.)
Árbitro: Amonestó a los locales (Manu Molina 51’, Luismi Sánchez 72’); y a los visitantes (Marc Pubill 320’, Bruno Langa 49’, Lopy 51’, Édgar 55’, Luis Suárez 63’)
Incidencias: Partido correspondiente a la 18ª jornada de LaLiga Hypermotion, disputado en La Rosaleda ante 25.484 espectadores.
Llegaba la UD Almería al coso de Martiricos y el estadio malaguista se engalonaba para la ocasión. La Rosaleda presentaba un aspecto inmejorable para recibir a dos equipos de mucho nivel, añadiendo los ingredientes necesarios para vivir un enorme partido. Por ello, los dos equipos salieron al verde con mucho ímpetu, queriendo agradar a sus dos aficiones desde el primer instante. Cierto es que estuvieron algo imprecisos, con muchos resbalones y, en algunas ocasiones, precipitándose en las acciones más peligrosas.
Los almerienses parecían estar más cómodos sobre el tapete de Martiricos, creando superioridad por banda y llegando con cierta facilidad a la zona de tres cuartos. Sin embargo, a diferencia de otras ocasiones, el Málaga aprovechó su primera gran oportunidad de peligro y se adelantaba en el marcador. Puga subió la banda derecha, aprovechando el espacio generado por Larrubia, y puso un centro con música a la cabeza de Dioni. El ariete, algo alejado, impulsó el esférico y lo envió al palo largo. La pelota tocó el larguero y se metió por el ángulo, provocando el delirio entre la parroquia blanquiazul. Era el primero de la tarde y llegaba en el 12’.
El plan ultradefensivo de Pellicer para el final salió mal
Posteriormente, el Málaga retrocedió metros y cambió su plan inicial de tener la posesión del balón. El Almería intentaba arrinconar a los blanquiazules, pero dejaba unos espacios que comenzaba a encontrar los locales. Kevin Medina pidió un más que posible penalti en el 30’ en una de las contras, pero el colegiado indicó que el contacto no era suficiente. Por su parte, el Almería inquietó en varias ocasiones a Alfonso Herrero, por medio de Arribas o de Suárez, pero el cancerbero estuvo muy seguro. Los blanquiazules se marcharon a los vestuarios con una mínima renta.
Nada más comenzar los segundos 45 minutos, el Málaga dispuso de una gran ocasión en botas de Lobete. El atacante realizó una gran combinación con Kevin Medina y se plantó sólo ante el portero. A la hora de encarar al meta, al estar algo escorado, se metió hacia dentro para golpear, pero Chumi realizó una gran intervención desde atrás y taponó el golpeo del 24. Avisaban los blanquiazules ante una Almería que se vio sorprendida.
Pellicer pidió calma a sus jugadores, que iniciaban los contragolpes de forma algo descoordinada. Los visitantes, por su parte, tuvieron una gran ocasión en el 69’ con un golpeo potente desde lejos del área. Leo Baptistao fue el autor de dicho lanzamiento, pero de nuevo se topó con un inconmensurable Alfonso Herrero. El meta malaguista puso la mano dura y despejó a córner el disparo.
Todo parecía visto para sentencia. Pellicer introdujo varios cambios para resguardarse en los últimos minutos, pero no obtuvo lo que buscaba. Víctor regaló un córner al filo del final y eso fue la cruz para el Málaga. Arribas la puso, Baptistao peinó y Édgar silenció a La Rosaleda. Cruel desenlace para unos malaguistas acostumbrados a la épica en los últimos tiempos, pero tocó saborear lo peor de este deporte.