El tenista español Alejandro Davidovich se metió por primera vez en su carrera en los octavos de final del Abierto de Australia tras remontar, por segundo partido consecutivo, dos sets en contra. Esta vez, el verdugo del malagueño fue el checo Jakub Mensik, que tomó ventaja en el marcador llevándose los dos primeros sets (6-3, 6-4). Pero la reacción del español llegaría en forma de remontada con tres sets corridos (7-6(7), 6-4, 6-2), que acabaron dándole el pase en tres horas y 28 minutos de encuentro.
Después de un año sin grandes resultados, tras la decepción de no jugar la Copa Davis en Málaga con España por motivos personales, Davidovich (ahora en el 66º del ránking ATP, pero llegó a ser el 21º) ha empezado 2025 como un tiro, totalmente renovado. Su objetivo es seguir elevando su techo y lo está consiguiendo en el Open de Australia. En un despliegue de fortaleza física y mental, el malagueño ha logrado remontar dos partidos consecutivos tras perder los dos primeros sets, una hazaña que lo coloca nuevamente en los octavos de final de un Grand Slam. La satisfacción de Davidovich quedó patente en sus palabras tras el último encuentro.
«Esto me da mucha confianza»
“Estoy muy contento. Ganar dos partidos seguidos después de ir dos sets abajo no es nada fácil. Lo que me llevo de esto es la lección de nunca rendirme, de pelear por cada punto y cada juego. Esto me da mucha confianza para la próxima ronda”. El duelo más reciente le recordó las dificultades enfrentadas en partidos anteriores, aunque supo adaptarse a las condiciones cambiantes.
“No estaba pensando en el partido con Félix. Los dos primeros sets fueron complicados porque había mucho sol y la bola estaba muy rápida. Cuando el sol empezó a desaparecer, el juego se ralentizó y eso cambió todo. Sabía que si el ritmo bajaba, tendría más posibilidades porque mi saque estaba funcionando bien y había menos intercambios. Llegado el tercer set, mi objetivo era mantenerme en cada punto hasta cerrar el partido con mi servicio. Me costó mucha energía llegar a este punto, pero valió la pena”.
“Este año han cambiado muchas cosas. Prefiero no hablar mucho de ello ahora, pero puedo decir que he formado un equipo sólido y bien compenetrado»
Davidovich también reflexionó sobre su nueva mentalidad y cómo ha influido en su rendimiento en la pista: “No pensé nunca en el resultado, solo en jugar. Antes, quizás hubiera tirado la toalla, pero esta vez me enfoqué en competir, en disfrutar cada momento en la pista. Ganar a Félix y avanzar una ronda más me llena de alegría. El partido merecía un desempate, pero tuve la oportunidad de cerrarlo en el 5-4, y lo logré”.
Parte de esta transformación viene de los cambios implementados en su equipo y su enfoque fuera de la pista, algo que también reconoció con entusiasmo: “Este año han cambiado muchas cosas. Prefiero no hablar mucho de ello ahora, pero puedo decir que he formado un equipo sólido y bien compenetrado, lo que me da mucha seguridad. El año pasado fue complicado por los cambios en mi vida, y aunque al final de la temporada me sentía mejor, los resultados no lo reflejaban. Hemos hecho una gran pretemporada y, aunque dos buenos resultados no definen el año, seguiré enfocado en dar lo mejor en cada punto”.
Con una serenidad que parece nueva en él, Davidovich también habló sobre cómo ha aprendido a lidiar con sus altibajos como jugador: “Hace meses dejé de luchar contra mis altibajos. Siempre he tenido momentos muy buenos y otros no tanto, pero estoy aprendiendo a encontrar un equilibrio. Hoy, independientemente del resultado, me voy a la cama tranquilo porque sé que hice todo lo posible. Aunque estuve incómodo durante tres sets, no dejé de buscar soluciones. Esa actitud es lo que más valoro. Estoy en paz porque sé que estoy haciendo las cosas bien”.