El obispo de Málaga, Jesús Catalá, pidió a los cofrades que no lleven capirote en la procesión del Domingo de Resurrección. Lo comentó durante el acto celebrado en la iglesia de San Julián, tras la suspensión de la procesión del Resucitado por riesgo de lluvia. Catalá insistió en que el uso del capirote, símbolo penitencial propio de la Cuaresma, no tiene sentido en el tiempo pascual. “La Cuaresma terminó el Jueves Santo. Estamos en Pascua. Alegría en el rostro. Tenemos la luz del Resucitado”, afirmó ante las imágenes entronizadas del Santísimo Cristo Resucitado y la Virgen Reina de los Cielos.
Así fueron los actos del Domingo de Resurrección de Málaga en 101TV
La propuesta no es nueva, pero vuelve a cobrar protagonismo en un contexto donde el obispo reclama más coherencia entre la estética y el mensaje litúrgico. Con una sonrisa, añadió: “Os llevo años invitando a que la procesión del Domingo de Pascua sea con el rostro descubierto; a ver si un día lo hacéis”.
Más allá de esta reivindicación, Catalá lanzó también un mensaje de unidad y agradecimiento al mundo cofrade. Aplaudió el trabajo realizado durante toda la Semana Santa, destacando la ilusión y el esfuerzo, y valoró la paciencia ante las adversidades climáticas. A la vez, pidió mejorar la fraternidad tanto entre cofradías como dentro de ellas: “No quiero pleitos”, dijo con claridad, consciente de los desencuentros que se han producido en algunas hermandades en los últimos años.
Catalá, que continúa ejerciendo su labor pastoral tras presentar su renuncia en diciembre al cumplir los 75 años, cerró su intervención con vivas a los titulares y a las cofradías, dejando un mensaje claro: la Pascua debe vivirse con luz, alegría y unidad.