«Queremos turistas satisfechos, no turistas asados o a los que les dé miedo recorrer las calles oscuras», dice el presidente de Diputación
El presidente de la Diputación de Málaga y de la empresa pública Turismo y Planificación Costa del Sol, Francisco Salado, ha calificado el decreto de medidas de ahorro energético aprobado por el Gobierno central como «un nuevo golpe al sector turístico»; incidiendo en las diferencias de España con otros países europeos o incluso del mismo país.
Así, ha reclamado al Gobierno que «gaste un poco de energía mental pensando medidas de ahorro energético más eficaces, menos efectistas y menos destructivas» con los sectores turístico, hostelero y comercial. «Una cosa es la anécdota de la corbata del presidente del Gobierno, pero jamás podíamos imaginar que después iban a asfixiar a uno de los principales sectores productivos de nuestro país, que ya lo está pasando suficientemente mal como para tener que soportar las nuevas ocurrencias del Gobierno», ha sentenciado Salado.
Ha lamentado, además, que el decreto «se haya diseñado y elaborado de espaldas a los agentes económicos y a la realidad productiva, social y climática de nuestro país». «España no es Alemania, no es Finlandia, ni nuestras costumbres, horarios y hábitos sociales y laborales son los de los países del norte y el centro de Europa. Allí anochece mucho antes, y nosotros hacemos mucha vida nocturna, mucha vida social, y somos uno de los principales destinos turísticos del mundo», ha defendido.
«PARECE QUE LO HA REDACTADO UN MARCIANO»
Incluso, ha agregado Francisco Salado a los periodistas, dentro de España «la diversidad y las diferencias del clima y las temperaturas son enormes según la zona». «Es como si este decreto lo hubiera redactado un marciano, alguien que desconoce profundamente nuestro país y que no ha consultado con nadie», ha enfatizado.
El presidente de Turismo Costa del Sol, «empresa pública encargada de la promoción y defensa de los intereses del destino», ha afeado al Ejecutivo, además, que haya aprobado este decreto a principios de agosto, en plena temporada alta, y «cuando el sector sigue intentando superar todos los daños provocados por la pandemia y actualmente por la crisis de la inflación».
«Lo único que está haciendo el Gobierno con el sector turístico es ponerle zancadillas a cada paso, es como si quisiera rematar a un sector que es fundamental para nuestra economía y para el empleo en nuestro país», ha sentenciado.
En este punto, Salado ha insistido en que «no tiene ningún sentido» obligar a los hoteles, restaurantes, bares, museos, cines, comercios, estaciones de trenes y autobuses y aeropuertos a elevar su termostato en verano hasta los 27 grados, «precisamente en plena ola de calor».
«El turismo es la industria del bienestar, de la felicidad, del relax, del descanso. Queremos turistas satisfechos, no turistas asados o turistas a los que les dé miedo recorrer las calles oscuras», ha advertido, al tiempo que ha agregado que el turismo español y de la Costa del Sol «vende excelencia y buen servicio».
Por tanto, este decreto «es un ataque directo a todo lo que hemos intentado construir durante muchos años: que los turistas se marchen satisfechos y con ganas de volver», ha finalizado el presidente de la Diputación malagueña.